"Hay tontos que tontos nacen, hay tontos que tontos son, y hay tontos que quieren hacer tontos a los que tontos no son."
Con este refrán le contesté al Sr. Fernández Salas el viernes 24 de mayo de 2019 en mi perfil de Facebook a una publicación sumamente ofensiva que hizo en sus redes sociales. Como cabía esperar al día siguiente escribió otro post injurioso sobre mi persona que simplemente obvié porque no quería gastar más tiempo dedicándoselo a este personaje que llegó a Villaluenga del Rosario cuatro años antes cuando se presentó y consiguió un edil para su partido en las municipales de 2015 donde PSOE tuvo cinco y el PP mantuvo un escaño.
No sabiendo que todo lo que dijo e hizo en el cuatrienio pasado y lo que escribió el sábado de reflexión electoral hizo que perdiera dos concejales de los tres que le que daban las encuestas y que el PP desapareciera del espacio corporativo escaño que no ha conseguido recuperar en las pasadas municipales de 2023.
Pienso que la verdadera cara de Ángel Fernández Salas la mostró en el cuatrienio 2015-2019 donde se alió con un concejal socialista hasta que este dejó su partido manteniendo el escaño, en un claro caso de transfuguismo, y haciendo una guerra sin cuartel a todos los que no pensaban como él. Tanto el alcalde de la localidad, Alfonso Moscoso, como la entonces portavoz del PP, Adela Fernández, pueden dar cuenta de ello. Amén de muchos vecinos tanto del lugar como de fuera, como puede ser nuestro caso, que también fuimos declarados non gratos por el otrora comunista.
De venir a disfrutar el fin de semana a este pueblo, desconectar de nuestras responsabilidades y preocupaciones diarias, pasó a llegar a recibir amenazas de muerte por perfiles falsos de Facebook que por supuesto sabemos a quienes correspondían las IP así como los usuarios que manejaban estas cuentas. Y todo por defender a personas que creíamos injustamente atacadas. Al día de hoy, he de confesar que a pesar de los pesares que en la actualidad estamos sufriendo, personalmente no me arrepiento de haber defendido la dignidad de aquellos aunque muchos de esos, lo que es la vida, al día de hoy no nos miren a la cara.
Al sufrir tan estrepitoso castigo electoral tocaba cambiar la partitura y hacer que su denostado rostro se convirtiera más amable, cercano e incluso interesado por los problemas de la ciudadanía. Dicen y es verdad que la memoria en España es cosa frágil y poco a poco se fue metiendo a la gente en el bolsillo aunque los que en verdad lo conocimos no permitíamos que se acercara a un metro de nosotros. Tanto mi mujer como yo obviamos incluso el saludo porque no nos salía ser tan hipócritas de mantener un mínima relación cordial con quién, por ejemplo, me deseó la peor de las suertes, tengo constancia de ello.
Supo meterse, primero con la lógica sospecha y después con aceptación del respetable, en todos los ámbitos sociales del pueblo. Ayudaba y colaboraba, asistía a corridas de toros cuando él me reconoció en su día, en el Bar Alameda, hoy cerrado, que él respetaba la afición pero que no iría nunca a una plaza de toros... ¡Cuán malo es tener memoria! ¿Verdad, Ángel? Menos en el eminentemente religioso se introdujo en todos. Incluso hice una apuesta porque al paso que iba era capaz de hacerse socio de "La Rehala" y ponerse un rifle al hombro para ir a cazar.
Ángel Fernández Salas, en lo que lo conozco de estos diez años para acá, es un virtuoso del "donde dije digo, digo Diego", ahora a eso se le denominaría cambio de opinión...
Sé que ha pasado momentos duros con la enfermedad de un ser muy querido y debo decir que hasta hemos rezado por esta persona, por él y su familia para que se recuperara. La caridad siempre debe prevalecer y los buenos sentimientos ante los que sufren también. Y la alegría de comprobar que todo ha salido para adelante.
Somos incapaces de desear lo peor incluso a quienes en su momento me lo deseó. Creo que eso es lo que diferencia el Bien del mal, el perdón ante cualquier resentimiento.
Este cuatrienio de 2019-2023 lo pasó siendo el único portavoz de la oposición, muy diezmada, y con defensas numantinas como la del gerente del antiguo mesón "Los Caños" que todos sabemos como al final acabó. Ahora en esas instalaciones municipales existe otro restaurante con otro hostelero al frente.
Se repiten carteles electorales que desde 2015 no han cambiado de cabeza como son Alfonso Moscoso por el PSOE, Ángel Fernández por IU, Adelante, o cualquiera de sus mareas o confluencias, y Adela Fernández por el PP. El resultado sería igual al de 2019 quedándose una vez más fuera la representante popular.
Cabe destacar que Ángel Fernández Salas consiguió el voto de los antiguos comunistas así como de esos ciudadanos críticos con la gestión de Moscoso y que no importaba incluso que ideario defendía. Ahí había gente de centro e incluso de derechas toda vez de el pírrico número de votos que recibió la candidatura del PP. No es mi caso pues voté al Partido Popular.
Todos estos confiaban en que su voz se oyera en el consistorio y al final, en otro movimiento de cintura el Sr. Fernández acepta la proposición, más que inteligente, del alcalde de la localidad para que se integrara en su equipo de gobierno con las responsabilidades de Agenda 2030 y Fondos Europeos. Yéndose al traste la confianza que en él depositaron muchas personas para que fuera la necesaria voz crítica en la gestión diaria del Ayuntamiento.
Voz crítica como fue la de Dani Barea, concejal del PP durante el mandato 2007-2011, fue portavoz de una oposición crítica y veraz que llegó a que muchos ciudadanos confiaran en él sobre todo la juventud que veían con esperanza como alguien rompía el discurso oficial instaurado desde hace años. Sí, Dani Barea fue un magnífico concejal popular que debatía e incluso denunciaba en medios lo que él no veía bien y claro eso se paga con el ostracismo.
Nada de esta secuencia de años en torno al concejal izquierdista Ángel Fernández Salas me puede extrañar e incluso sorprender ya que es capaz de estirarse y encoger, como los tirantes que fue el apodo por el cual era conocido entre los del lugar, para llevarse el ascua a su particular sardina que todavía no sabemos a ciencia cierta cual es.
En verdad, él vive bien, disfrutando de un pueblo y de una segunda residencia, tiene el auge social que le da ser concejal del equipo de gobierno, es bien recibido por la gente aunque en su fuero interno nadie confíe en esta persona. Vive su irreal mundo de Yupi en Villaluenga del Rosario porque eso en Arcos de la Frontera es más complicado porque allí lo conoce todo el mundo y es también verdad que no ha conseguido logro político destacable en su lugar de origen aunque ya sabemos que casi nadie es "profeta en su tierra".
Él que defiende el feminismo, la defensa de la mujer ante la violencia de género, las agresiones de cualquier índole, que representa a un partido o confluencia de los mismos que abanderan los derechos de la mujer, vota que NO a la retirada de la medalla de oro de Villaluenga del Rosario a A.B.R. que fue el antiguo policía municipal y que a finales de octubre del pasado año agredió sexualmente a mi mujer, delito penal por el que está condenado y con sentencia firme e irrecusable.
Sí, Ángel Fernández Salas se ha puesto del lado del agresor sexual votando negativamente a que se le retirara la máxima distinción del pueblo por deshonor al cometer un delito tan grave como es una agresión sexual.
Reconozco que no me extraña porque conozco al personaje y lo que es capaz de hacer por su propia supervivencia. Me imagino que pensará en su fuero interno que de esta forma conseguirá los votos del agresor, sus familiares y allegados en las próximas municipales aunque conociendo el percal no estaría tan seguro.
Lo único en lo que puedo estarlo es que ya se acabó su irreprochable defensa de la mujer, de sus derechos, de su impostado feminismo, porque su voto negativo en la retirada de la medalla de oro a un agresor sexual es su condena social que a lo mejor y en el peor de los casos, para él, hace que se le acabe el chollo de Villaluenga del Rosario y tenga que volver a veranear en el Novo Sancti Petri o donde más le guste porque pienso que su credibilidad es ínfima por donde quiera que vaya.
Dos de sus compañeros en la corporación mantuvieron sus reservas como son los mencionados en la publicación de su blog iuvillaluenga.blogstpot.com pero que a final se adecuaron al voto decidido por el PSOE que gobierna Alfonso Moscoso.
Al final, aunque demasiado tarde a mi entender, la corporación municipal ha hecho efectiva la solicitud que le pidiera el 27 de noviembre de 2024 de retirar la medalla de oro de la localidad a la persona de A.B.R. conocido por todos como "El Muni", que ejerció cerca de cuarenta años como policía municipal hasta que en 2021 se retirara con todos los honores, y esta ha sido revocada precisamente por un acto de deshonor que le acompañará mientras viva por donde quiera que vaya.
Lo que ha hecho la corporación municipal de Villaluenga del Rosario es simplemente cumplir con el ordenamiento jurídico, con el imperio de la Ley, al haber sido condenado con sentencia firme e irrevocable la persona que ostentaba la máxima dignidad del pueblo por agresión sexual continuada en la persona de mi mujer y por ello doy las gracias a los concejales socialistas con el alcalde a la cabeza. Lo cortés no quita lo valiente.
Siempre, mientras viva, lucharé por defender la DIGNIDAD de Hetepheres y por eso para mí el Sr. Fernández Salas solo puede tener mi más absoluto desprecio.
Punto y final.
Jesús Rodríguez Arias