Sí, porque no es otra cosa lo que ha sucedido con la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados. Simple vasallaje a los señores feudales Feijóo y Moreno.
Tanto el reelegido presidente de la Xunta de Galicia por una abrumadora mayoría absoluta como el presidente de la Junta de Andalucía, llamadme Juanma, han indicado a su vasallo presidente de la madrileña calle Génova que había que quitar de un plumazo a Doña Cayetana, una de las voces políticas más acreditada y crítica con la gestión del gabinete Sánchez-Iglesias y a su vez una de las mujeres más respetada en España por su claridad de ideas. Cayetana en el año que lleva como portavoz ha ensombrecido la nula gestión de muchos de los dirigentes populares que hacen y deshacen según convenga a su reelección que en definitiva es su modus vivendi.
A los "moderados" marianistas que llevan a Soraya en el alma y en el corazón no gustan de ese PP en el que se iniciaron la mayoría y que se visualizaba como un gran partido que aunaba el centro-derecha en España. Muchos abominan de José María Aznar que fue quién fundó junto a D. Manuel Fraga el Partido Popular, muchos les disgusta su política que puso a España a nivel de potencia mundial, que cuando se enfrentó a la crisis económica heredada del gobierno de Felipe González no cargó sobre las espaldas de la clase trabajadora y clase media todo el peso sino que las protegió porque entendió que estas clases sociales son las que darían el impulso definitivo a la economía española. Todo lo contrario que D. Mariano con Cristóbal Montoro que pisó hasta la extenuación a este ámbito social y económico dejándolas en el primer de los casos en los comedores sociales y en el segundo totalmente empobrecida mientras se rescataba a los bancos, cuyo pago contribuimos todos, y las clases pudientes casi ni notaron que había crisis económica. Gracias a la gestión de Rajoy existe Podemos y eso es un hecho que no se puede discutir.
Cuando el PP fue duramente castigado y se quedó en un partido casi residual para lo que había sido se optó entre el continuismo liderado por Soraya Sáenz de Santamaría, número 2 y mano derecha de Don Mariano, y Pablo Casado que era la gran "promesa", el mirlo blanco, de un importante sector de la militancia popular que quería simplemente volver a los orígenes fundacionales, ser ese gran partido que abarcara el centro-derecha y no la social democracia moderada instalada en el partido del gobierno marianista.
Los de Casado apostaron fuerte e incluso llamaron a personas independientes que se movían en los medios de comunicación social para que apoyaran a este joven líder que quería hacer del PP el partido que fue y que había desaparecido por mezquinos y ruines intereses.
Casado ilusionó a gran parte de la militancia del partido, de los votantes incluido los que dejaron de votar por reiteradas traiciones así como a muchos independientes, entre los que me incluyo, que nos creímos sus valientes propuestas.
"No he venido a hacer lo mismo con los mismos..." A ver Don Pablo, ¿Donde queda ahora esa declaración de intenciones? Perdóneme que le diga un término que se utiliza mucho en mi tierra: ¡Es usted un mamarracho!
Soraya cuando perdió se fue a un cargo en el Consejo de Estado a propuesta del presidente Sánchez y allí está viendo como su enemigo más recalcitrante ha sido fagocitado por los "suyos".
Feijóo, ganador absoluto en Galicia, y Moreno, que preside la Junta de Andalucía no porque ganara las elecciones autonómicas sino por la coalición con Ciudadanos de ese animal político llamado Juan Marín y también por la generosidad, que todo hay que decirlo, de Vox que lo apoyó para que hubiese el necesario cambio de gobierno tras cuarenta años de gobierno socialista que se despidió de las poltronas con demasiadas corruptelas. Esos dos son los que en verdad "mandan" en el PP ayudado por un secretario general inane como Don Teodoro García Egea, mano derecha de Casado, que ante una invisible gestión y el carisma de un gato de escayola ha puesto los mimbres para que ayer lunes 17 de agosto con un gobierno cayendo en picado, con un presidente como Sánchez de dulces vacaciones mientras la pandemia se extiende, con una España temerosa a un nuevo confinamiento que nos arruinaría a todos.
Inaceptable cese por las formas, por el fondo, algún día hablaremos del verdadero trasfondo, y por los tiempos que ha empequeñecido a Casado y a su lacayo Teodoro y ha enaltecido sin lugar a dudas a Doña Cayetana Álvarez de Toledo a la que han convertido en un auténtico referente en el centro-derecha en España.
Don Pablo, que parece un auténtico memo, le "ofreció" la migaja de nombrarla secretaria general de la Fundación Concordia y Libertad creyendo que por un carguito y con el bolsillo lleno se callaría la "díscola" diputada a la que se le achaca de ir por libre y hacer uso de la Libertad. No lo parece, el Señor Casado es memo y punto.
Ahora la dirección de Ferraz, perdón quiero decir de Génova, está cavilando que hacer con la cesada portavoz en el Congreso ante las duras manifestaciones. Intentan lavar la imagen dando peregrinas argumentaciones cuando la realidad es que Pablo Casado rinde vasallaje al marianismo en las figuras de Alberto Núñez Feijóo y Juan Manuel Moreno, llamadme Juanma, porque en verdad las sorayas aguas han vuelto a su cauce y aquí siguen "mandando" los mismos y a muchos de sus afiliados y sobre todo a gran parte de su electorado: ¡Qué les den!
Piense usted Don Pablo que ha puesto su vida política en manos de los que sin escrúpulos lo dirigen todo y si pacta con el gobierno social-comunista los presupuestos puede usted despedirse del cargo, sillón y sueldazo y no porque los españoles lo pongamos en la calle en las próximas elecciones sino que los señores feudales de su partido se van a encargar personalmente de hacerlo pues todos sabemos que la gran esperanza del sorayismo marianista es Núñez Feijóo.
¡Ojalá ocurra y se vaya usted, como buen vasallo, a su santa casa y su mano derecha al mismísimo carajo!
Jesús Rodríguez Arias