Contigo se cumple el refrán: ¡De las aguas mansas me libre Dios que de las bravas me libro yo!
Y eso eres tú: "Agua mansa"...
Con tu sonrisa permanente, con tu sonrisa tan llena de falsedad y tan vacía de verdad, caminas saludando a unos y a otros. Eres de los que te entretienes con los que te "interesa" porque crees que aún alguno no te conoce y puedes llegar a "rascar".
Pero lo que pasa es que no te acompañan los hechos a las palabras. Palabras de "compromiso", de "interés" por lo que te están contando, con ese aire del bonachón que crees eres y en cambio eres más falso que Judas que no es el de Coripe precisamente.
Los hechos atestiguan que tu forma de proceder es maliciosa, ruin, deleznable. Por el sillón eres capaz de comprar voluntades y de vender a quienes hagan falta. La erótica del poder tiene que ser mucha cuando tú quieres tocar lo que otros, que te conocen mucho mejor, no te han dejado. Un día contaré una buena conversación con un querido amigo que te conoce bien o no, no lo haré..., ¿quién sabe?
Has sido capaz de envenenar a todos los que a ti se han acercado, has sido capaz de reclamar que se haga justicia con los demás menos para los tuyos. Contigo se confirma eso de que "Justicia quiero pero por mi casa que no pase"... Has ensuciado la imagen de muchos, le has hecho la vida imposible a otros, has perseguido sin piedad a algunos, has hecho sufrir a mucha gente, piensa que cuando atacas a uno también lo haces con su familia, cosa que te importa un bledo porque en verdad no sientes nada por la gente, porque en definitiva no son tu gente, sino llevarte el ascua a tu particular sardina.
Has denunciado, qué te gusta denunciar, has auspiciados denuncias y lo has hecho sin miramientos aunque te la han dado con queso pues los denunciados iban por derecho. Solo las personas con un grado de vileza tan grande son capaces de hacer daño a los demás con tal de conseguir una efímera victoria, la victoria del momento, no la que se consigue siendo fiable, comprometiéndote, trabajando y sobre todo dando la cara y no la "otra" cara que es norma común entre los que pensáis igual, los que tenéis las mismas malas ideas...
Conozco muy bien a los que son como tú, llevo años siguiendo de cerca lo que decís, pensáis y luego hacéis, descubriendo mentiras, desmaquillando esa imagen que ofrecéis de trabajar por los parias de esta sociedad aunque me temo que no podéis saber lo que siente quién no tiene para nada mientras se vive bien, en una buena casa, con segunda residencia y veraneando en urbanización de lujo cualquiera.
Estáis cayendo en picado, vais a caer más, algún día desapareceréis del mapa y mientras algunos han tocado pelo otros se tendrán que ir con el arco a la espalda subidos al caballo de madera, que no el de Troya, porque para penetrar y vencer al pueblo llano y sencillo hay que tener un mínimo de inteligencia, una capacidad innata de trabajo, una personalidad comprometida, y sobre todo algo que no se estila entre vosotros: ¡Coherencia y Honradez!
Tengo paciencia, mucha paciencia, y esperaré un poco más para veros partir no con un beso y una flor sino con la sonora patada en el culo de puro desprecio aunque cada uno recoge lo que antes ha sembrado. ¿No?
Y ahora sigue ensuciando que es lo único que sabes hacer aunque te puede la cobardía, esa cobardía que lleva a esconderos cuando os vienen mal dadas, cuando no se cumplen los pronósticos y es que hasta para estar escondido hay que saber...
Jesús Rodríguez Arias
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