domingo, 23 de febrero de 2020

Buen cristiano




Artículo publicado en Información San Fernando el lunes 11 de febrero de 2019 y que supuso un antes y un después en la campaña de acoso y derribo contra Monseñor Zornoza, Obispo de Cádiz y Ceuta y por el cual fue literalmente "crucificado".

La Verdad nos hace Libres y desde esa Libertad escribí este artículo que fue leído y compartido de forma multitudinaria.

Jesús Rodríguez Arias






BUEN CRISTIANO



Vaya por delante que no me considero buen cristiano porque si lo fuera no defendería la labor apostólica de Monseñor Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta, no apoyaría la encomiable labor de su ecónomo Padre D. Antonio Diufaín, no daría la cara por las personas sean o no sacerdotes que dejan más que sus vidas por hacer que esta diócesis sea ejemplar en todos los sentidos, para que la transparencia inunde todos sus recovecos, para que se realice una ingente labor en torno a la Evangelización, se ayude al Seminario que es ese lugar donde se forman los seminarista en la certeza si esa llama que arde en su corazón es vocación sacerdotal, no tendría tantos y poderosos enemigos por el solo hecho de defender la Santa Madre Iglesia a la que pertenezco desde mi bautizo y en la que pienso morir cuando Dios lo quiera.

Sí, no soy buen cristiano porque si lo fuera participaría en la atroz campaña de desprestigio hacia nuestro Prelado, hacia todos los que lo apoyan sin fisuras, participaría dando mi opinión ante todos y mostrando al mundo mi desafecto hacia personas que considero “abyectas” aunque las mismas sean Iglesia. Ya se encargarían los que manejan los tiestos de proyectar y aumentar mis palabras en los medios según su antojo convirtiéndome en un “mártir” más del obispo porque  no olvidemos que la premisa es acabar cuanto antes con Don Rafael utilizando los resortes que hagan falta para que más pronto que tarde deje vacante la sede diocesana y con él los que lo apoyan y acompañan.

Sí, eso es de ser buen cristiano, eso es de personas íntegras que viven la fe con “autenticidad”, “misericordia”, “perdón” y “amor” a nuestros semejantes aunque después  utilicen sus muros como si de un vulgar paredón se tratara, donde los ejecutores son los “mártires” y los reos  los que defendemos la Iglesia, a nuestro Prelado y a tantas personas inocentes señaladas sin piedad por los que nos les importan crear un cisma dentro de la diócesis de Cádiz y Ceuta para conseguir sus fines.

No, no debo ser muy buen cristiano cuando a estas alturas de mi existencia defiendo inquebrantablemente a Dios y a la Madre Iglesia a costa de mi propio prestigio y vida porque haciéndolo noto como las garras del mal penetran en mi piel con sus zarpazos que pueden herir el cuerpo pero nunca el alma. No, no me considero buen cristiano porque si tuviera esa concepción estaría muy alejado de cuanto nos preconizó Cristo que siendo Hijo de Dios rezó, sufrió, amó y padeció como hombre. Si yo me considerara buen cristiano estaría recorriendo el camino hacia la perdición pues la vanidad, el orgullo, la soberbia, la egolatría, se habrían enraizado en mi vida y no vería con los ojos del Amor sino con los del rencor, los del odio, los de la venganza, como puntos cardinales que guían mis pasos.

Pienso que el “título” de buen cristiano, de fiel seguidor de Cristo, nos lo dará el Señor el último día cuando nos presentemos ante su morada y les ofrezcamos los talentos con los que nos bendijo y el Bien que hallamos hecho. Será Dios quién dirá si he sido o no un buen cristiano y  no esos que todos los días escupen contra la Iglesia, no esos que critican sin mesura y demasiada desfachatez a la persona de un apóstol como es nuestro obispo Zornoza, los que no les importan dividir hasta la misma Iglesia y a los fieles que en ella habitamos, los que utilizan medios o se inventan otros para denigrar, cuestionar, envilecer el prestigio personal de quienes trabajan codo con codo y son leales a nuestro pastor diocesano. No, esos precisamente no pueden otorgar la categoría de ser o no buen cristiano cuando ellos por sus modos, formas y comportamiento difieren mucho de serlo.

Es verdad, no soy buen cristiano, pero aspiro a ello y por eso mismo no me callo por mucho que me quieran callar y sigo rezando, hoy con más ahínco si cabe, por nuestra  Madre Iglesia, por la diócesis de Cádiz y Ceuta, por nuestro Prelado, por la Curia, por todos los sacerdotes sin excepción, los seminaristas, los laicos y también por esos que están perdiendo la Fe o ya la han perdido. Rezo a la Virgen de Lourdes para que nos cure el peor mal que existe: La falta de Amor al prójimo que hace nos alejemos de mismo Dios.

Jesús Rodríguez Arias  

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