Este artículo tiene especial dedicatoria: Al Padre D. Óscar Fernández Esparragosa y mi querida amiga Carmen Lobato.
Así como a todos los nombramientos de los respectivos sacerdotes tanto en el colegio de consultores, los que han sido prorrogados en sus parroquias, a los que se les han asignado nuevas, vicarios así como los que han cambiado su condición de párrocos a administradores parroquiales...
Jesús Rodríguez Arias
E inmensa alegría porque por medio de este artículo puedo una vez más testimoniar mi Fidelidad a la Madre Iglesia apoyando a Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta.
Sí, inmensa alegría es lo que siento que le vamos hacer...
Jesús Rodríguez Arias
INMENSA
ALEGRÍA
Cuando el pasado martes 23 de
junio conocí por los medios el nombramiento del Padre D. Óscar González
Esparragosa como nuevo vicario general en sustitución de D. Fernando Campos,
que no deja la curia ya que sigue como máximo responsable de Pastoral, así como
del nombramiento de Dª María del Carmen Lobato como nueva ecónoma de la
diócesis de Cádiz y Ceuta en sustitución del Padre D. Antonio Diufaín no os puedo negar que sentí en lo más hondo
una inmensa alegría pues tanto D. Óscar como mi querida y buena amiga Carmen
son personas que sirven a la Iglesia sin importar horas, días o fechas en el
año.
Carmen Lobato es una
profesional como la copa de un pino, persona de la máxima confianza de D.
Rafael, que conoce los vericuetos de la diócesis como la palma de su mano.
Mujer ejemplar en todos los sentidos amén de recia Fe que se ha tenido que
enfrentar a muchas vicisitudes y siempre lo ha hecho desde el silencio inexpugnable,
desde la fidelidad más absoluta a la Madre Iglesia. Sustituye a D. Antonio
Diufaín que es un sacerdote íntegro que ha hecho una encomiable labor que será
reconocida cuando pase el tiempo porque eso les pasa a los buenos gestores que
son muy criticados, incluso ofendidos, por aquellos que prefieren utilizar los
resortes de la difamación antes que poner encima del tapete lo que prefieren no
se sepa. Don Antonio Diufaín, Párroco de
San Severiano donde está haciendo una extraordinaria labor junto al Padre D.
Marco Antonio Huelga de la Luz, es un cura recio, honesto, veraz, qué en las
distancias cortas, les suele suceder a las personas serias, es un hombre
ciertamente cercano y cariñoso. Bien sabéis que le profeso un hondo respeto y
cariño tal y como quedó demostrado en el artículo que escribiera para este
medio el 25 de septiembre de 2018 y que ha sido de los más leídos.
Nuestra paisana Carmen Lobato
conoce los intríngulis de esta siempre complicada diócesis, conoce a los principales
“actores” así como también a los secundarios y los forman parte de la tramoya,
sabe a ciencia cierta con quienes tiene fajarse y trabajar no para ensalzar
egos de nadie sino para servir a la Iglesia en la forma y manera que esta
quiere ser servida.
María del Carmen Lobato es una
señora de los pies a la cabeza, una verdadera dama, que por su integridad y el
honor que acompaña cada uno de sus actos, le hace ser muy criticada
precisamente por aquellos que tanto tienen que callar. Personalmente la admiro,
respeto y quiero como la buena amiga que es. De todo esto puedo dar Fe.
Decir que Don Óscar es ese
tipo de sacerdote que le acompaña esa dedicación pastoral que hace que donde
esté sea inmensamente querido. Recuerdo cuando dejó la Parroquia de San José
para venirse a la de San Antonio sus feligreses y vecinos le tributaron varios
homenajes y lloraron su marcha. Donde va construye y de eso pueden dar buena
cuenta los feligreses de la imponente Iglesia enclavada en la céntrica Plaza de
San Antonio. Pienso que ha sido una más que acertada decisión el hacer este
necesario relevo y permitir que D. Fernando se ocupe de la parcela en la que
está más a gusto como es la vicaría de pastoral. Al Padre Campos hay que
agradecerle sus muchos años de servicio.
E inmensa alegría la que
siento por los nombramientos de los respectivos sacerdotes tanto en el colegio
de consultores, los que han sido prorrogados en sus parroquias, a los que se
les han asignado nuevas, vicarios así como los que han cambiado su condición de
párrocos a administradores parroquiales porque todas las decisiones tomadas, lo
digo desde esa necesaria lejanía que hace
vea todo de forma más objetiva, han sido necesarias y para bien de la diócesis.
Todo cambio ofrece un
imprescindible grado de ilusión así como también de críticas pero los que
emiten estas últimas personalmente no les hecho cuenta ya que me han demostrado
hace mucho tiempo que no saben hacer otra cosa…
Sirva también este artículo
publicado en la solemnidad de San Pedro y San Pablo para mostrar mi firme apoyo
a la persona de Mons. Don Rafael Zornoza, Obispo de Cádiz y Ceuta.
Jesús Rodríguez Arias