"Dignidad y respeto" son dos conceptos en vía de extinción tal y como dice mi querida amiga y hermana María José de la Fuente.
Dignidad y respeto se titula mi semanal tribuna en la que dejo por escrito cuanto pienso y opino.
Jesús Rodríguez Arias
DIGNIDAD
Y RESPETO
Son dos términos que parece no
conocen o no están en el diccionario de buenas prácticas de gobierno de los
mangonean este país con la autoridad, que no legitimidad, de un estado de
alarma inútilmente prorrogado y a golpe de reales decretos.
Dignidad y respeto el que
exijo desde estas líneas por la memoria de los fallecidos por culpa del
Coronavirus que son más de los 27.000 que ha cuantificado el presidente la
pasada semana. Dignidad y respeto también por sus familias que han visto partir
en la mayor soledad y desamparo a sus seres queridos.
Se rendirá un homenaje a “los
27.000 compatriotas fallecidos víctimas del Covid-19”. Con estas palabras
pronunciadas por el jefe del ejecutivo se da por buena la congelación en el
número de víctimas oficiales que casi no varía desde hace tiempo según la
información diaria que ofrece el ínclito Dr. Simón.
No me quiero ni imaginar lo
que pensarán los que han perdido un familiar por culpa de esta pandemia cuando
hayan escuchado estas palabras. Todos sabemos que el número real de muertos no
es el que nos dicen y solo hay que echar un ojo a los datos del INE, los de las
funerarias o registros civiles para constatar que es otra la triste realidad.
Estamos informados del número
de víctimas del Coronavirus que ha tenido Italia, Francia o Estados Unidos pero
los nuestros ni lo sabemos, ni esperamos conocerlo. Esta situación tan anómala
es una falta de respeto a la dignidad de los fallecidos y de toda España.
La actitud del gobierno de
“esconder” la cifra real de fallecidos es simplemente una crueldad manifiesta
hacia la memoria de las decenas de miles de compatriotas fenecidos en estos
últimos meses por culpa del maldito virus a los que esta innoble decisión les
hurta hasta la última dignidad que como seres humanos han tenido y tienen. Y si
cruel es para los que el Covid-19 se ha llevado por delante no os digo para sus
seres queridos que han sufrido lo que es padecer un fallecimiento en tiempos de
pandemia a los que no les han permitido ni despedirse, ni duelo, ni nada de
nada. Entierro rápido, con responso en el mismo cementerio en el mejor de los
casos, y a llorar a casa en soledad.
No sé porque hacen esto, no me
explico el por qué han congelado la cifra de fallecidos en poco más de 28.000,
no puedo entender que nos traten así a todos los españoles, hayamos perdido o
no a un ser querido, salvo que teman que si esta cifra sube mucho puedan ser
señalados tanto en España como fuera de nuestras fronteras por una más que
negligente gestión de la pandemia del Coronavirus. Esto me huele a miedo a
perder el sillón antes de tiempo.
La verdad es que en estos
tiempos se echa de menos un sentido humanista de la vida donde la persona mantenga
toda su dignidad tenga el sexo, credo, raza u origen que tenga. Esa dignidad
que tiene y mantiene desde que es concebida, nace, vive, muere y después
también.
Antes nos quejábamos de que
nos trataban como meros números y ahora ni siquiera eso. Los poderes del mundo
no tienen sentimientos hacia los demás si no es para llevar a cabo sus
respectivos intereses. “Tanto tienes, tanto vales” es un refrán que muestra
bien a las claras que el materialismo o atesorar bienes y posesiones es el
ideario más extendido por esta cada vez más asquerosa sociedad.
Conchita, la madre de
Hetepheres, mi mujer, siempre me decía: No te fíes de las personas que no
tienen ningún tipo de creencias o valores porque estas no tienen escrúpulos y
cuando menos te lo esperas te traicionan por la espalda.
Esto es lo que nos está
sucediendo con los que hoy por hoy rigen nuestro país. De ahí esa persecución a
la cultura, la vida, a la religión católica, a los símbolos patrios, nuestras
Fuerzas Armadas, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de las
tradiciones que nos son propias, de la Libertad en el sentido más amplio del
término así como también de la dignidad de todos los que han fallecido en el
olvido por culpa del Covid-19.
Otro refrán dice que de sabios
es rectificar aunque en España el
“sabio” es Simón…
Jesús Rodríguez Arias
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