lunes, 28 de septiembre de 2020

Victoria

 



Termino este mes de septiembre escribiendo de lo que me gusta, de lo que me hace recordar, de las personas que me han enseñado y lo siguen haciendo a diario esa clase de valores que son más que necesarios en nuestra sociedad y en el día a día.

En este artículo abro las entrañas de mi  alma en forma de recuerdos y con él quiero hacer una particular dedicatoria porque cada día es una victoria y Victoria tiene nombre de mujer...

Jesús Rodríguez Arias 




VICTORIA

Victoria, que bien podría llamarse Carmen, Josefita, Charo, Conchita o Hetepheres, es de esas mujeres que sabe lo que es vencer las dificultades y echar el paso adelante dejando huella sin proponérselo.

Soy de los que piensa que la mujer es el sexo fuerte y lo dice un hombre que fue niño y que por los avatares de la vida se crió entre mujeres.

Siento en el corazón no acordarme de mi padre Juan José, murió cuando yo era demasiado pequeño, y ese pesar me acompañará toda la vida porque la idea que tengo de él es la que me han transmitido terceras personas. Gracias a Dios todas confluyen en lo mismo: Era un hombre bueno y de honor. ¿Se puede tener mejor y mayor modelo de vida?

Nací, crecí, viví, en un hogar sobrio donde las “grandezas”, materialmente hablando, se perdieron cuando murió mi padre. Nací, crecí, me hice hombre, en una casa donde menos el cariño no sobró casi de nada. Mi madre María del Carmen hacía milagros para llegar a fin de mes, mi madre era de ese tipo de madres que a la hora del almuerzo lo hacía en la mesa y por la noche lo “hacía” en la cocina pues según ella había estado “pincando”. Mi madre, que cada día que pasaba era una victoria, tenía muchas cualidades pero en la cocina no era una virtuosa aunque ahí estaba Tata, que fue mi segunda madre, para con poco dinero hacer cosas muy ricas como esas croquetas de cremoso bechamel con algún que otro tropezón o esos bizcochos que horneaban las tardes de sábado en invierno…

He crecido y vivido entre mujeres y eso me ha hecho ser un verdadero admirador de estas en el sentido más amplio y entregado del término. Mi madre, que luchó en esta vida hasta el día de su muerte, no creyó en lo que hoy llaman ideologías de género, no buscó esa igualdad que ahora nos venden pues bien sabía que genéticamente éramos diferentes, criticó las desigualdades en el mundo laboral pero no en otros pues ella bien sabía que sin la mujer este mundo que Dios nos ha creado no existiría.

Me casé con Hetepheres, una mujer excepcional como lo fue su madre Conchita y lo es su tía Charo. Puedo decir a estas alturas de la vida que tengo ocho o diez amigos de verdad, hermanos del alma, aunque en su cuantía la mayor parte son amigas.

Sí, he comprobado en carne propia que las mujeres son férreas luchadoras, que no se amilanan por nada, que una gripe la pasan de pie y ganan victorias cada día de sus días a base de Fe y Esperanza.

Por eso cuando me encontré, en un momento delicado en torno a mí salud, con este lugar tan único y especial como es Villaluenga del Rosario comprobé la enorme valía de sus vecinos. De esos aguerridos hombres que trabajan de sol a sol y de esas mujeres que defienden el fuerte trabajando ya sea en el campo, en sus casas o donde sea. Hombres y mujeres que ganan victorias a base de trabajo y esfuerzos.

Pero Victoria tiene nombre de mujer…

Y Victoria para mí, que soy hijo, yerno y marido de grandes mujeres, es una persona a tener en cuenta pues hace grande la pequeñez. Ha sabido salir adelante contra vientos y mareas dando siempre, desde niña, un ejemplo diario de superación inquebrantable.

Victoria es ese tipo de mujer entregada a su marido Diego, hijos, padre, familia así como al Pueblo desde que se levanta hasta que se acuesta. Es una mujer muy sensible pero también férrea que sabe lo que es nadar contracorriente y dar hasta el último hálito de vida cada día.

Tengo el inmenso privilegio de contar con su amistad y cuando hablo con ella veo la fortaleza de mi Madre, Tata, Conchita, la tía Charo y por supuesto a Hetepheres.

Este viernes 2 de octubre es su cumpleaños, el mismo día que se celebran los Santos Ángeles Custodios, Patrón de los Policías, como lo fue mi padre y como lo es su hermano Antonio. Podría regalarle algo material pero he preferido dedicarle algo tan único como este texto salido de la inspiración, de los recuerdos…

Jesús Rodríguez Arias


lunes, 21 de septiembre de 2020

A cuento de qué

 


Abordo en este artículo cuestiones que en verdad no me hubiera gustado escribir pero eso supondría que en mucho de lo que sucede tendría que mirar para el otro lado y eso, quién me conozca, no va conmigo. Más si cabe cuando los hechos en cuestión es una afrentan los valores, creencias así como particular código de honor que fue la mejor herencia que me han podido dejar mis padres.

"A cuento de qué": Así se titula mi semanal tribuna de todos los lunes y en esta hablo alto y claro de las cuestiones que trato porque simplemente creo que debo hacerlo.

Jesús Rodríguez Arias



A CUENTO DE QUÉ


Eso me pregunto diariamente cuando abro la ventana y la información entra en mi vida como corrosivo ácido.

No hay un solo día que el gobierno social-comunista no de una coz a los españolitos de a pie con sus propuestas programáticas. España enferma cada día que pasa por culpa del Covid con una lista de fallecidos que aumenta por horas. Este país que vive en el miedo esperando una vacuna que no sabemos a ciencia cierta cómo resultará, que presencia a diario como miles de empresas se van al traste produciendo inquietud y ruina. Esta noble nación ve como se desgaja gracias a los acuerdos políticos de un gabinete vendido a la extrema izquierda así como a sus preferentes socios los herederos de ETA e independentistas varios que se quieren separar del resto pero con sus condiciones particulares. Esta España sumida en una crisis económica cuya imagen más notoria es la pobreza de decenas de miles de conciudadanos que pasan hambre mientras acuden a Cáritas, comedores sociales o a los atestados servicios sociales de las distintas administraciones. No debemos olvidar que esta crisis es heredera de la sanitaria cuya gestión desde los poderes públicos ha dejado mucho que desear.

Ante esta inquietante situación ahora el gobierno de Sánchez plantea para los próximos presupuestos generales del estado mantener la “inflación cero” y la vicepresidenta Calviño no descarta la congelación de los sueldos de los empleados públicos y me arriesgo a decir que las pensiones sufrirán alguna poda toda vez que ha esta señora ha dicho literalmente que tanto los funcionarios como pensionistas han aumentado su nivel de vida durante estos últimos años. ¿Entonces, para que nos entendamos, se va a congelar el sueldo a los que eran aplaudidos cada tarde a las ocho en pleno confinamiento y que han luchado a pie de virus dando su vida incluso por la de los demás?

En vez de congelar o rebajar sueldos y pensiones se debería hacer una limpieza en la estructura política a nivel estatal, autonómica, provincial y local. Seguro se ganaría en liquidez y se podría invertir en generar riqueza potenciando las empresas y protegiendo a nuestros autónomos que son los que en verdad dan prosperidad a nuestro país. Lo que no se puede consentir es que el presidente Sánchez tenga más de 700 asesores que no sirven para nada.

Y como España no tiene problemas ahora toca diseñar lo que estos llaman la “resignificación del Valle de los Caídos” dentro del controvertido proyecto de Ley de Memoria Democrática. Piensan extinguir la fundación benedictina que ahora gestiona la abadía a través de la desacralización del templo y no contentos con este ataque sin paliativos no solo a esta orden monástica sino a todos los católicos se “resignificará” el Valle como cementerio civil pudiendo incluso ser derribada la emblemática Cruz cuyo futuro saldrá de las mentes “pensantes” del gobierno según la vicepresidenta Calvo. Para mí, esta es una opinión muy personal, pienso que el patrimonio de nuestra nación no debe estar subyugado a las filias y las fobias de los gobiernos de turno porque además de ejecutar criterios subjetivos crea un precedente con el que pueden actuar contra cualquier edificio o lugar que forme parte del patrimonio nacional. Cuando veo estas cosas se me viene a la mente cuando el ISIS destruyó el templo de Baalshamin, una de las ruinas mejor conservadas hasta esa fecha en Pamira (Siria).

Para terminar no puedo ni quiero dejar de escribir sobre la noticia que saltó a los medios el pasado miércoles 16 de septiembre donde decía que el equipo de gobierno municipal  de San Fernando había retirado el monumento dedicado a la Familia para ser remodelado y que no represente solo al modelo “tradicional” y esto me da que pensar pues veo como nuestros gobernantes están más pendientes de llevar a cabo su ingeniería política y social que gestionar para todos visualizando cuales son los problemas que nos acucian aquí y ahora con una ciudad donde los contagios por el Covid se suceden cada día y el desempleo sigue aumentado… Gastar dinero y esfuerzos por gastar tiene un concepto y créanme que no es agradable de escuchar.

Y puestos a pedir espero que en el nuevo monumento estén integrados los que practican la sologamia que son los que están casados consigo mismos…

Jesús Rodríguez Arias


lunes, 14 de septiembre de 2020

Caer en la tentación




Permitidme que en este segundo artículo de mi semanal tribuna de todos los lunes no caiga en la tentación y escriba de temas candentes de actualidad ya sea a nivel general o local que me indignan, soliviantan y entristecen.

No, no quiero caer en la tentación pero me parece que va a ser todo lo contrario pues en verdad el no hacerlo serían en sí un acto de incoherencia por mi parte.

Pues eso...

Jesús Rodríguez Arias








CAER EN LA TENTACIÓN



No, no voy a caer en la tentación de escribir y opinar ante tantos frentes abiertos que hacen me soliviante y pierda el necesario sosiego que debe impregnar la vida.

No voy a caer en la tentación de hablar del inefable presidente del gobierno que con sempiterna actitud provocadora lamentó profundamente la muerte del preso etarra Igor González Sola. Lo hizo desde la tribuna de oradores del Senado, Cámara Alta y representativa de la soberanía nacional, lo hizo sin tapujos y ofreciendo su característica mediocridad. Este pésame del jefe del ejecutivo es una grave afrenta hacia las víctimas del terrorismo, muchos de ellos de su mismo partido que deben estar removiéndose en sus tumbas, así como a la inmensa mayoría que conformamos los españoles de bien.

Me gustaría escuchar o leer que opinan destacadas personalidades de San Fernando o de otros lugares ante la deriva que nos está llevando este su gobierno. Me gustaría también saber que dicen ahora esos destacados cofrades con carné socialista que callan cuando su partido hace lo que está haciendo y en cambio son vivos contestarios cuando tienen que criticar a la Iglesia, a la que también pertenecen, sacerdotes así como al mismo obispo diocesano. No se puede ser de Dios y también del César.

De la estupidez de las señales de tráfico “machistas” hablamos otro día…

No voy a caer en la tentación de escribir sobre la nueva marca de la ciudad que más bien es la del gobierno que la dirige. No quiero escribir lo que en verdad pienso pues ni el logotipo ni el eslogan dicen nada de lo que es en verdad nuestra bendita Isla. Ha costado un pastizal y lo que queda te rondaré morena. Quiero expresar mi desagrado por no haberlo realizado ningún creativo o diseñador gráfico de nuestra ciudad que seguro entiende mejor que nadie que es La Isla y cómo potenciar su imagen fuera de la misma. No conozco un gobierno municipal que no halla dejado su huella impresa en forma de logos o marcas así como alguna que otra obra faraónica que desagrada todo el mundo menos a los que piensan como ellos.

No quiero caer en la tentación de hablar de todo lo que está sucediendo con la pandemia del Coronavirus, de los rebrotes que se han producido a lo largo del verano, que con nuestro propio comportamiento e impasividad los hemos potenciado, de la irresponsabilidad de muchas instituciones que no han estado a la altura, del cierre de locales nocturnos que hará que nos hundamos más en la miseria pues las fiestas, ya sin control, se siguen celebrando a puerta cerrada, de las distintas prohibiciones impuestas a la ciudadanía o incluso la recomendación de que los familiares cercanos, cónyuges, hijos eviten besarse… 

Parece que nuestros gobernantes les place reglamentar todo e incluso la intimidad del resto.

El refranero nos dice eso de que en casa de un beato no te dejes el jato y más cuando esté despechado. El refranero español es sabio como el pueblo lo es por eso hoy no quiero caer en la tentación de tener que hablar de esos que incluso plantan guardia para coger en un renuncio a curas santos que se entregan a la oración y a servir a su grey así como inculpar a sus inmediatos colaboradores que por el solo hecho de serlo están en la diana de aquellos que bien tendrían que quitarse su cegadora y ensoberbecida viga antes de señalar los “defectos” de los demás.

Tampoco quiero caer en la tentación de decir abiertamente que me parece una aberración la vuelta al cole porque volver a la “normalidad” puede traernos, Dios no lo quiera, el contagio de niños, padres, profesores…

No quiero caer en la tentación de manifestar mi alegría ya que el gobierno de Sánchez no puede mangonear los fondos de los Ayuntamientos tal y como pretendía.

Y aún cayendo en la tentación quiero mostrar mi apoyo a los zaheridos medios, periodistas y profesionales de la comunicación, pues son los mensajeros que nos descubren cuantos desmanes se están produciendo y solo por eso deberíamos respetar su labor y darles las gracias.

Hoy que se conmemora la Exaltación de la Santa Cruz tenemos que pensar que debemos aferrarnos a ella pues es nuestro salvoconducto para la eternidad.

Jesús Rodríguez Arias


lunes, 7 de septiembre de 2020

La Atalaya



Después de 41 días vuelvo a mi semanal tribuna de todos los lunes con las pilas algo más recargadas para intentar escribir cuanto pienso de lo que me rodea, de lo que está pasando, y siempre desde un punto de vista humanista que es base fundamental en mi vida.

Hoy mi primer artículo de este curso 2020/2021 tiene un título muy personal en ofrezco mi opinión y también abro mi corazón.

Os dejo con "La Atalaya" agradeciendo a este medio de comunicación en el que me honro pertenecer hace ya  muchos años su confianza y apoyo en todo momento.

Jesús Rodríguez Arias



LA ATALAYA


Septiembre es comienzo de un nuevo curso donde se desarrollarán las actividades que permita esta maldita pandemia que estamos padeciendo y que ha borrado de sopetón la vida tal y como la entendíamos. La nueva realidad, que no normalidad, tiene mucho de irreal.

Os debo reconocer que me está costando Dios y ayuda volver a ponerme delante de esta página en blanco pues acabé agotado mentalmente después de vivir y escribir mi opinión de cuanto iba aconteciendo en el confinamiento que detuvo a España y a los españoles hasta meternos literalmente en casa con el fin de poner freno a una pandemia que acampaba a sus anchas sin que nuestros gobernantes supieran a ciencia cierta qué hacer y que es lo mismo que está pasando en estos momentos. Dicen que nuestros niños vuelven a los colegios, más adelante  pienso lo harán  los jóvenes en institutos y universidades, dicen que está todo “preparado” aunque en verdad esto último dista mucho de ser creíble, dicen que hay “coordinación” entre gobiernos central y autonómicos, dicen que han marcado las necesarias directrices, pero en verdad opino que esto es un experimento en el que se pone innecesariamente en peligro las vidas de nuestros hijos, sus padres y familiares así como la de los profesores, maestros y demás profesionales que ejercen sus funciones en los centros educativos. Existe mucha incertidumbre a lo que pueda pasar y este miedo es sin duda alguna por la clara desinformación de la realidad de lo que está pasando. Mi madre decía que quién evita la tentación, evita el peligro y la vuelta al cole en estos momentos con la de contagios que hay es un verdadero peligro.

Muy preocupado me tiene mi querida Isla de León pues leo estupefacto como los casos de coronavirus se expanden por día que pasa. San Fernando, para nuestra desgracia, se ha convertido en una de las ciudades con mas contagios a nivel provincial pero eso no ha sido óbice para que se haya programado un verano completo de actuaciones, conciertos y actividades. Se pide a la ciudadanía prudencia y responsabilidad aunque eso también mismo habría que exigírselo a los poderes públicos que tienen que velar por la salud de todos.

Pero esa exigencia a las instituciones no descarta nuestra responsabilidad ante el cumplimiento de las normas sociosanitarias que se están implantando con tal de frenar la virulenta segunda ola de la pandemia que la mayoría han cumplido pero muchos se han pasado por el forro todas las indicaciones y esto ha hecho que hoy estemos como estamos.

A título particular os diré que mi vida ha cambiado por completo pues ya estamos instalados plenamente en Villaluenga del Rosario, en La Atalaya que es mi bendecido Hogar, viviendo una vida más mesurada donde se puede degustar lo que es la pureza de lo auténtico. Vivir en un pequeño pueblo es lo mejor que me ha podido suceder aunque lógicamente hay que estar preparado para ello. Aquí las horas parecen se alargan, como la vida, aquí aprendes cada día y valoras las lecciones de esos pastores y ganaderos, de los jóvenes o de ese vecino que comparte sus pensamientos contigo y de los mayores que atesoran esa clase de sabiduría que solo se adquiere con el pasar de los años.

Aquí compruebas que la Fe siendo recia también es popular. Aquí valoras la tolerancia y el respeto, aquí se está para todos y si alguien necesita ayuda no van a faltar manos. Aquí amanece y languidece cada día con una imagen de indescriptible belleza.

En La Atalaya me asomo al mundo sin que él me vea pues todo queda tras la montaña. En La Atalaya escribo alejado del mundanal ruido y cuando la tarde se va haciendo noche me siento en ese lugar en el que diviso todo desde lo alto a conversar con Hetepheres, leer un buen libro, comprobar que la oscuridad del siempre romántico anochecer no ensombrece la belleza de este bendito rincón y escucho la deliciosa música que a esa hora suena en la casa de mi vecino mientras él pierde la mirada en su particular horizonte y escribe versos a esa noche tan llena de embrujo y silencio solo roto por el tañer de las campanas de la siempre cercana Iglesia de San Miguel Arcángel.

Jesús Rodríguez Arias



Pasión

  Reconozco que a mis cincuenta y cinco años soy más de lo de siempre que lo novedoso y actual. Las nuevas tecnologías aplicadas a la vert...