Pasada la Semana Santa vuelvo a mi tribuna de todos los lunes en Andalucía Información - Información San Fernando con la ilusión de siempre.
Hoy permitidme que os hable de la primavera.
Jesús Rodríguez Arias
EN
PRIMAVERA
Dicen que la sangre altera y
el ánimo también. En primavera el color es más rotundo y vivo, el azahar
predomina, la rosa se abre hermoseándolo todo y las amapolas bordean los
caminos llenándolos de belleza. La música es más alegre, el azul del cielo es
más intenso y el sol más blanquecino. Nuestros pueblos y ciudades parecen dejar
a un lado el gris tapiz del invierno para mostrarse tal cual son. Es tiempo de
Gloria donde todos estamos alegres porque sabemos que cada día es Domingo de
Resurrección.
Tiempos de carteles y
pregones, de ir adentrándose en el necesario fin de curso tanto en centros
académicos como de instituciones de cualquier índole. Meses propicios para hacer
cuanto tengamos entre manos porque en verano, con el sol y el calor, todo
parece tener otra cadencia, todo es más sosegado y a la vez alegre pues con él
llegan las vacaciones, los viajes, la playa, la montaña o simplemente
disfrutarlas en casa.
Reconozco que me gusta la
primavera pues la climatología invita a salir más de nuestro interior y
sociabilizar con los demás. Me gustan los días de sol con esa clase de calor
que se nota de día y refresca por la noche, disfruto cuando llegan las nubes y
la necesaria lluvia se hace palpable dando vida al campo, a los embalses,
mientras escuchas el siempre romántico tintinear de las gotas de agua rompiendo
tras el cristal de la ventana. Me gusta incluso esos días que hace fresco y nos
invitan a no confiarnos porque no olvidemos que la primavera es antesala del
verano que aún está por llegar.
La primavera siempre es
mariana y son muchas las devociones que celebran cultos, procesiones y romerías.
En esta estación celebramos entre otras las festividades de la Virgen de
Fátima, María Auxiliadora o la Virgen del Rocío. Andalucía, por más que a
algunos les pueda molestar, es la tierra de María Santísima porque en este
lugar se venera y quiere a corazón abierto a la Madre de Dios que es nuestra
también.
Aprovecho estas líneas para
mostrar mi repulsa hacia la parodia que desde un programa de la televisión
autonómica catalana han intentado hacer de la Virgen del Rocío, así como la
forma de ser de los andaluces. Lógicamente este no es el sentir de la mayoría
de los catalanes pues bien saben que Cataluña no sería lo que es sin el trabajo
y esfuerzos de miles de andaluces y extremeños que allí emigraron y crearon su
familia. Mi cariño y solidaridad también para todos ellos.
Este año Pentecostés cae en el
día 28 de mayo que por mor del destino también se celebran las elecciones
municipales y en muchas de las autonomías. Mal día para los rocieros donde
algunos verán truncados sus deseos de estar junto a la Blanca Paloma porque les
tocará en “suerte” alguna mesa electoral, así como trabajar como miembros de la
administración, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, juntas electorales,
medios de comunicación, personal de correos, así como aquellos que tengan que
representar a su partido en los distintos colegios electorales. Este año
vivirán el día grande de la Virgen del Rocío en la distancia con todo lo que
sentimentalmente eso conlleva. Mi cariño también para todos aquellos devotos
que no podrán estar este año disfrutando de cuanto rodea a la Virgen del Rocío.
Quién ha escogido la fecha sin lugar a duda se ha lucido.
Esta primavera para mí tiene
corazón verde pues no hay un día que no tenga algo que hacer o proyectar sobre mi
libro, del cual hablaré más adelante, que está teniendo gran repercusión y que
tiene como fin el de homenajear a la Benemérita Guardia Civil. Este se presentará
en Jerez el próximo viernes.
Primavera de luz, color,
sabores, aromas, pero también de alergias varias que nos indican que para
disfrutar también hay que padecer. Primavera es sinónimo para quién esto
escribe de segunda oportunidad en la vida ya que el viernes 21 de abril hará
nueve años de la intervención quirúrgica que me practicaron en Madrid y que
cambió para siempre el concepto de mi propia existencia.
Primavera es sin duda alguna
gloria bendita.
Jesús Rodríguez Arias
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