sábado, 22 de junio de 2019

Mi verano...



Cuando veo a Enriqueta y Fernanda totalmente abstraídas en actitud de sosegado descanso me veo un poco a mí pues en ese camino estoy y sobre todo cuando llega el verano.

El año real va de septiembre a final de junio porque el verano ya es otra cosa y las navidades también...

En ese año real, también llamado curso, tenemos que atender tantos frentes, cumplir con tantas obligaciones, que si no fuese por el paréntesis que te tomas en estas fechas sería imposible mantener el ritmo y más cuando se está "tocado" de salud.

Reconozco que mi agenda social está más que cerrada pues las fuerzas son las que son y cuando termino de atender mis labores profesionales, mis compromisos literarios, no me quedan fuerzas para mucho más. Pueden haber ocasionales excepciones pero si estas caen en fin de semana ya os digo que nada de nada salvo para las cosas de mi bendita Villaluenga...

El cansancio físico con descanso se alivia pero... ¿Y el cansancio mental? Ese es más complicado, ese afecta a todo el ser, y en ese "cansancio" ya me voy hallando. 

¿Cuál es mi vocación? ¡Escribir!

Y escribir sin ambages, a cuerpo descubierto, dando siempre la cara, opinando de política sean los colores que sean, me enorgullezco en pertenecer a destacados foros de opinión donde se publican mis artículos, escribiendo cada viernes para mostrar mi particular apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas, así como a todo esos que dan su propia vida por defender la nuestra. Estos escritos, a modo de artículos, crónica o relato, se publican semanalmente en sitios web de la Guardia Civil, Policía Nacional, Fuerzas Armadas...

Escribir mi semanal tribuna en Información San Fernando que sale publicada cada lunes. Quiero dar las gracias a las personas que confiaron en mí hace años porque el poder escribir desde la Libertad no está pagado con nada en el mundo.

Aparte de mis escritos en torno a Villaluenga del Rosario, los propios de opinión, así como otros compromisos esporádicos con medios e instituciones hacen que mi año sea de estrujarse un poco la sesera aunque he de decir que todavía y gracias a Dios la divina inspiración viene sola.

Todos estos compromisos no son óbice para estar terminando un manuscrito de relatos, que está a punto de ebullición y seguir con esa novela que tengo en la mente y en el corazón...

Por eso os digo que cuando llega el verano, salvo estos dos últimos y mi tribuna de los lunes en la que estaré hasta final de julio, agosto es de descanso, para continuar en septiembre, lo demás se verá más ralentizado porque la mente se cansa y esto hace que también lo haga el cuerpo. No sé si merecido descanso pero en todo caso muy necesario.

Ahora mi tiempo es de disfrutar de lo sosegado de la vida en el pueblo que me ha robado el corazón y donde tengo fijada mi residencia: Villaluenga del Rosario. Disfrutar de la lectura, que suele estar más abandonada de lo normal el resto del año, escuchar música, pasear a la fresquita, ir a la piscina, conversar en tertulias inmensamente interesantes, disfrutar de mis momentos de soledad, de oración, de todo aquello que queda aparcado en muchas ocasiones el resto del año. Y trabajar pues soy de los que cojo vacaciones según las necesidades del servicio...

Eso no es óbice que cuando tenga algo que decir o escribir lo haga pero pienso que me voy a tomar este verano con cierta relajación pues entre que uno es más mayor, está tocadillo de salud, y que ve la vida de otra forma, merece la pena parar, coger aire, para tener el suficiente impulso para lo que ha de venir y si Dios lo quiere, vendrá...

¡Feliz verano a todos!

Jesús Rodríguez Arias 

Enriqueta

Fernanda



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