"Amigo Rafael" se titula mi artículo de hoy lunes en Información San Fernando y no es otra cosa que escribir a un querido y buen amigo una carta por vía epistolar, como se hacía antes con papel, bolígrafo o pluma.
"Amigo Rafael" es solo una carta dirigida a mi querido y buen amigo simplemente eso...
Permitidme escribir por medio de esta tribuna de mis sentimientos...
Jesús Rodríguez Arias
AMIGO
RAFAEL
Te conocí hace más de trece
años y pude comprobar desde el principio que aparte de ser una persona de
formación exquisita eras también un hombre de Fe honda, profunda, recia y no
era extraño el verte orando frente al Sagrario, participando sacramentalmente
de la Eucaristía, o en esos retiros espirituales donde te alejabas de todo y de
todos para encontrarte con el Señor.
Te conocí vía Hetepheres que
había coincidido contigo en la UCA donde desarrollas una brillante labor
profesional como Catedrático de Historia Medieval. Eres autor de muchos libros
de investigación así como otros de análisis político y social de esta España
que nos cobija amén de un brillante académico e intelectual.
Esa excelencia y la vocación
de católico en la vida pública era la máxima de la Asociación Católica de
Propagandistas a la que tanto mi mujer como yo tuvimos la oportunidad de
pertenecer varios años en plena comunión con el liderazgo del entonces
presidente Alfredo Dagnino Guerra. Sí, Rafael fueron años de auténtico
apostolado donde coincidimos en muchas “batallas”, algunas perdidas y otras
ganadas, aunque para mí fue un honor el luchar al lado de tan noble caballero.
Ahora lo veo todo desde esa necesaria lejanía que da el no pertenecer ya a este
necesario apostolado aunque me alegra y mucho el devenir de la ACdP bajo la
presidencia de Alfonso Bullón de Mendoza donde ocupas un puesto en el Consejo
Nacional además de director de prestigioso Congreso de Católicos y Vida Pública
que este próximo mes de noviembre cumplirá su veintiuna edición.
Personalmente te doy las
gracias por cuanto me ayudaste cuando ejercía responsabilidades en la Junta de
Gobiernos de Afligidos, tanto de forma personal participando en el desaparecido
Ciclo de Conferencias que se celebraba en la Casa de la Cultura en torno a
Santo Tomás de Aquino o proponiendo ponentes y miembros del jurado para el
Certamen Literario para Jóvenes Escritores que también durmió el sueño de los
justos pues hay que reconocer que en tiempos de rigores económicos de lo
primero que se prescinde es de la cultura.
Pero una vida tan activa, tan
entregada, no podría entenderse sin la figura de Chelo, tu mujer, que siempre
estuvo a tu lado, te apoyó en cuantos frentes tenías y lo hacía porque sabía
que su marido tenía que estar ahí donde
era necesario.
Chelo Laserna, dama de excelsa
categoría siempre supo estar donde debía, supo hablar y callar en el momento
adecuado y sobre todo supo querer, entender, comprender, amar...Sí, pienso que
Chelo fue esa clase de persona llena de bondad, de honda Fe, que amaba a Dios
sobre todas las cosas y se entregaba a su voluntad. Y por ser como fue el Señor
la premió con una muerte dulce, tranquila y llena de paz. Sí, tu mujer, querido
Rafael, se fue plácidamente dejándote a ti, tus hijos, nietos, familia, amigos
rotos por el dolor, ese tipo de dolor que resquebraja el alma y que solo tiene
cura con el tiempo, la oración, los recuerdos y con el Amor que compartíais.
Esa Fe honda, recia, que os unía y que se veía a legua de distancia cuando los
dos en actitud orante rezabais ante el Sagrario. Esa Fe es la que nos hace
tener la Esperanza para saber a ciencia cierta que tras esta vida está la
verdadera Vida.
Siempre me acordaré cuando nos
acompañasteis en el día de nuestra boda, ese 1 de septiembre de 2007, el cariño
del que fuimos depositaros por vuestra parte. Nos hicisteis muy felices y tanto
Hetepheres como yo siempre te agradeceremos que fueras nuestro testigo del
Sacramento del Matrimonio recibido.
Rezo todos los días por el
eterno descanso de Chelo, aunque ella ya reposa junto al Señor, rezo por toda su familia y amigos a
los que ha dejado huérfanos y rezo por ti, amigo Rafael, porque debe ser muy
duro caminar hacia adelante y aunque ahora te aferres a la cruz del dolor, del
desconsuelo, debes seguir con todo lo que llevas entre manos para mayor gloria
de Dios y también en memoria de tu amada mujer Chelo Laserna.
Dicen que junto a un gran
hombre hay también una gran mujer pero en este caso ibais cogidos de la mano.
Un abrazo con mi cariño y
pesar.
Jesús Rodríguez Arias
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