¿Pero qué ha pasado? Se preguntaba la gente anoche.
¿Qué ha pasado para que Vox se haya convertido en segunda fuerza política en varios municipios tradicionalmente de izquierdas en muchos lugares de España? ¿Qué ha pasado para que los de Santi Abascal arrasaran en votos en toda España convirtiéndose en tercera fuerza política en número de diputados y votos? ¿Qué ha pasado para que estos de la "ultra" derecha estén dando un repaso histórico?
Eso es lo que muchas personas, algunas con décadas militando en su partido, se preguntaban con extrañeza ante la "desagradable" sorpresa que España y los españoles les habíamos propiciado.
Yo, los miraba a los ojos, a otros les contestaba vía mensajes: Pero... ¿no lo veías venir? ¿Dónde has estado en este tiempo?, porque en España y a pie de calle ya te digo que no...
Pues ha pasado que la gente normal y corriente, que no son unos monstruos malditos para Teresa Rodríguez, se ha hartado de tantos engaños, de tantas traiciones, de ver y comprobar como los partidos "tradicionales" y esos de otrora "nuevo" cuño son más de lo mismo. Se han hartado de que el partido del gobierno, dirigido por un iluminado, se haya radicalizado tanto que haya olvidado esa ponderada moderación que ostentaba cuando lo dirigía Felipe González junto a Alfonso Guerra, que el PP haya abandonado en el arcén todo su esencia, sus orígenes, su vocación humanista y cristiana, eso decía su estatuto, y haya pasado de un gran partido de centro-derecha a una moderada socialdemocracia o que Ciudadanos, donde recalaron muchos cabreados del Partido Popular, haya decepcionado a propios y extraños por un afán desmedido de protagonismo y poder.
Y ha pasado que los problemas de la gente normal han sido olvidados por las grandes formaciones políticas así como esa que se crearon diciendo que iban a acabar con las castas y en menos de que canta un gallo ya estaban haciendo lo contrario...
Y ha pasado que la gente estamos hartas del problema que existe en Cataluña, el abandono sistemática de los catalanes normales y corrientes que quieren vivir en paz mientras son dirigidos por unos crápulas de la corrupción y del poder.
Y ha pasado que estamos hartos de que todo el que viene de forma ilegal tiene más derechos y menos deberes que un pobrecito español de a pie.
Y estamos hartos de que nos fundan a impuestos, de que se cachondeen en nuestra cara haciéndonos creer que todo lo que hacen con el dinero de nuestros bolsillos es bueno para nosotros.
Sí, estamos hartos de estar hartos del PSOE, PP, C's, Unidas Podemos, y demás partidos que solo miran su soberano interés.
Y esa España harta y hastiada es la que fue convocada una vez más a elegir a sus representantes, esa España que llenaba los mítines y actos de Vox mientras los tradicionales formaciones se consolaban con tener como mucho mil asistentes o una media de 150 a 200. Ese hartazgo se veía claro en cualquier acto que organizaba el tercer partido en votos y escaños en España, esa ilusión, esa forma de ver las cosas desde la sencillez y desde el siempre necesario sentido común. Vox, por lo visto y comprobado, lo componen personas de cualquier segmento social, cualquier franja de edad, y eso se ha notado a la hora de introducir el voto en la urna.
El panorama en España es verdaderamente endemoniado, el plesbicito sanchista ha resultado una pifia porque ha salido sin plumas aunque cacareando, un PP que gana pero no convence, un Podemos a la baja, un Ciudadanos desaparecido, un...
Sí en España hubiera sentido común, que no lo hay, si España fuera mucho más madura democráticamente hablando que no lo es, si en España en vez de ver sus intereses personales lo hicieran por los más generales hoy no se estaría hablando de con quién va a pactar Sánchez o si vamos abocados a nuevas elecciones, hoy los dos grandes partidos, de los tres que existen en el panorama nacional, habrían comenzado unas conversaciones para que tanto el PSOE como el PP se unieran en una gran coalición para resolver de una vez por todas los problemas que tiene España, solucionar la crisis que se nos viene encima, restaurar la confianza y la normalidad en todo su territorio. Eso sería trabajar y servir con alturas de miras a esta bendita Nación porque si no lo hacen, si todo sigue igual o a peor en las próximas elecciones, sean cuando sean, Vox seguirá aumentando sus votos y su confianza consiguiendo hacer historia en esta vieja España aunque ese día, cuando llegue, todavía habrá alguno que se preguntará: ¿Qué ha pasado?
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario