viernes, 8 de noviembre de 2019

Reflexión y Esperanza



Hasta el domingo 10 de noviembre estoy de reflexión por lo cual no quiero saber nada de políticos de medio pelo y si estos aprovechan el día descansando, dándose un garbeo con su familia o simplemente hacen lo que le venga en gana...

Voces afónicas, focos apagados, lemas descoloridos, ideas que permanecen en el pensamiento otras ni eso...

Los partidos se preparan para la gran cita de la democracia que se celebrará, esperemos con total normalidad, el domingo.

Ciudadanos indignados de tantos mamones mamando de la misma teta, ciudadanos cabreados de la inoperancia de los que dicen gobernarnos, ciudadanos hartos de unos partidos que no ofrecen más que lo que muestran en el expositor y que después de conseguir el voto ni te he visto ni me acuerdo.

España dolida, indignada, malherida, magullada, ante tantas mentiras, tanto descaro, tantos que dicen defender sus intereses con escaño, sueldo y prebendas por medio.

Sólo una Esperanza en el horizonte, la voz que grita en el desierto, que anima, enaltece, habla el lenguaje de esa calle que entre todos han querido acallar...

Esa Esperanza que habla la lengua del sentido común, que la etiquetan de lo peor porque son los únicos que son capaces de remover el ánimo de los desanimados y de los escaños a los apesebrados de cualquier idea y condición.

Esa Esperanza que habla y quiere a España, que la defiende, que dice las cosas claras, que ha hecho que muchos pierdan el miedo a decir que están con ella, que asumen su mensaje, que dan la cara ante tanto caradura y sinvergüenza...

Esa Esperanza que quiere una España próspera y que los españoles vivamos mejor...

Y mientras los habitantes de ese mundo de la progresía que abarata el sentido de la grandeza de nuestra Nación y es capaz de vender tierras y haberes por llevarse el ascua a su sardina. 

Esos que son capaces de vendernos porque piensan que España y los españoles somos meras baratijas expuestas a mejor postor en su "Friday Black" particular que son capaces de ponernos precio sin esperar a las rebajas...

Esa Esperanza ha levantado la voz y ha dicho: ¡Hasta aquí hemos llegado! ¡Con nosotros no se juega! Y aunque la quieren destruir no pueden porque representa a millones de españoles y españolas, de personas venidas de otros lares de forma legal, de nuestros hijos, de los que han de venir. No, no pueden destruirla desde la amenaza, desde el insulto, desde esa diana que dibujan para que la machaquen...

No, esta Esperanza ha venido para quedarse o por lo menos permanecer el tiempo que nosotros queramos porque esta Esperanza te representa a ti, a mí, a todos porque en verdad esta Esperanza eres tú, soy yo, somos muchos que el próximo domingo iremos a votar no solo para elegir los representantes de las Cortes Generales, no solo un gobierno, sino para ofrecer a España esa necesaria verde Esperanza que siempre y será rojigüalda para nuestros corazones.

Ya, estoy en reflexión, ya no quiero saber qué hace fulanito o menganito, porque tengo ilusión porque llegue el domingo y que se celebre la Gran Fiesta de la Democracia que para mí y para muchos esta vez tiene color de Esperanza.

Jesús Rodríguez Arias 

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