lunes, 27 de enero de 2020

La Carta del Obispo






Aquí os dejo mi semanal tribuna en Información San Fernando y que lleva por título: "La Carta del Obispo".

Jesús Rodríguez Arias 













LA CARTA DEL OBISPO




“La carta pastoral del Obispo refleja la realidad de nuestra diócesis”. Esta frase de Alfonso Caravaca de Coca es de una sinceridad aplastante amén de una invitación a leer y meditar la misma en toda su extensión porque en toda ella Monseñor Zornoza desarrolla un texto que muestra su nivel de conocimiento de nuestras Hermandades y Cofradías a lo largo y ancho de la  diócesis de Cádiz y Ceuta que dirige con paso firme y entrega desmedida.

Nos dice D. Rafael que las Hermandades son una realidad muy importante de la Iglesia, que son asociaciones de fieles de la Iglesia Católica, con capacidad de convocatoria y cauce de piedad. También resalta que cada cofradía tiene vocación de hermandad, con todo lo que ello conlleva.

Los cofrades estamos llamados a compartir la fe y el amor de Dios como laicos cristianos, miembros de la Iglesia y en profunda comunión con ella. Resalta las palabra de Benedicto XVI que dice que “las hermandades son escuelas de vida cristiana y talleres de santidad”. Incide que de poco servirían los cultos y procesiones si el primer objetivo no es nuestra santificación, el amor a Cristo y a su Iglesia.

Apunta tres necesarias claves que deberíamos tener muy en cuenta: Autenticidad evangélica con clara exigencia a un testimonio personal y social donde la coherencia de una vida santa va unida a la piedad. Para vivir nuestra vocación y misión es indispensable tener una mente y un corazón educado, formado, capaz de “dar razón de nuestra fe”. En cuanto al testimonio social expresa que somos creadores de una nueva presencia que crea cultura en la calle. Hace hincapié en nuestro sentido caritativo, el darnos a los demás y nos advierte de esos contrasentidos en los que algunas veces caemos como son los gastos ostentosos y superfluos que no se entienden en la actual sociedad.

El interés personal, los protagonismos, el figurar, el afán de poder, los personalismos y modos autoritarios sobran en el comportamiento de cualquier cofrade y más, esta es una opinión muy personal, en sus dirigentes.

Las Hermandades y Cofradías formamos parte de la Iglesia diocesana donde Cristo es nuestro sustento. Debemos afrontar los retos y tempestades, valorando y respetando todos los carismas unidos al obispo y al presbiterio.

Monseñor Zornoza destaca el ardor misionero de las cofradías que como Iglesia que son no viven para sí mismas, existen para evangelizar. Este carácter misionero deben ejercerlo en primer lugar con aquellos hermanos alejados y en el interés de transmitir la fe a los demás. También nos recuerda la importancia del Congreso de Laicos que está próximo a celebrarse.

He intentado destacar algunas partes de esta interesante e importante carta pastoral que nuestro obispo Monseñor Zornoza Boy dedica a las Hermandades y Cofradías de la diócesis que dirige y que sé ha sido muy bien recibida por los dirigentes cofrades pues han visto que entre sus páginas se muestra la realidad de un carisma único que tan esencial es en una sociedad que por cada día que pasa está más secularizada.

Personalmente acojo la carta de nuestro obispo con ilusión porque leyéndola reflexivamente compruebo que es una auténtica joya en cuanto a pastoral se refiere amén de los oportunos toques de atención muy necesarios debido a la interpretación errónea que algunos llamados cofrades hacen de nuestras hermandades diluyendo su sentido de Iglesia por uno más social y personal así como nos recuerda lo innecesario de esos gastos suntuosos que nos alejan de la realidad  y también, por qué no decirlo, de nuestra misión evangelizadora.

Ahora está en nosotros el que la hagamos nuestra, la pongamos en práctica, porque estamos llamados a testimoniar y compartir nuestra fe como laicos cristianos, miembros de la Iglesia y en comunión con ella, expresada en su vida, doctrina, liturgia, obediencia y siempre fieles a nuestra vocación.

Lógicamente, como cofrade, apoyo y suscribo las palabras de nuestro obispo así como la impecable labor que realiza el Secretariado Diocesano para las Hermandades y Cofradías cuyo delegado episcopal es mi admirado Padre Juan Enrique Sánchez y su director mi buen hermano Alfonso Caravaca de Coca.

Jesús Rodríguez Arias


* Descarga la Carta Pastoral para las Hermandades y Cofradías en la Diócesis de Cádiz y Ceuta de Monseñor D. Rafael Zornoza Boy.
MI CARTA PASTORAL PARA LAS HERMANDADES Y COFRADÍAS EN LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA.



lunes, 20 de enero de 2020

El juramento





"El juramento" así se titula mi artículo de este lunes en Información San Fernando y con él quiero explicar lo que pienso sobre este y otros asuntos que seguro nos atañen...

Sin más, os dejo con su lectura.

Jesús Rodríguez Arias










EL JURAMENTO




En esta España aconfesional que no laicista que nos alumbra todavía son muchos los que piensan según reminiscencias del pasado y por eso nos alegra tanto ver a los políticos y cargos públicos engrosar actos, cultos y procesiones cuando en verdad en algunos no tendrían que ser ni invitados salvo que el evento se celebre en local público que lo normal y corriente es que si cuenten con ellos por puro protocolo.

Lo mismo pasa cuando los altos cargos juramentan sus cargos ya sea  presidente del gobierno, ministro, diputado, senador, parlamentario o concejal de turno y lo hacen sin ningún símbolo religioso, la cruz y la biblia se entiende, pues son personas no solo no creyentes sino que algunos se consideran ateos recalcitrantes amén de anticlericales.

No podemos pensar que porque España sea mayoritariamente católica nuestros gobernantes tengan que serlo porque parece todavía queda ese vestigio de confesionalidad derogado por nuestra Constitución de 1978. ¿Nos puede enfadar que Pedro Sánchez o Pablo Iglesias juren o prometan sus cargos ante tan importantes símbolos sagrados siendo ellos ateos confesos? Como cristiano y católico agradezco que no sea así pues si lo hubieran hecho, aunque solo fuera para dar una imagen conciliadora con todos incluso con los creyentes, este gesto se  convertiría en verdad en una impostura, un acto que no solo molestaría a los de su forma de pensar sino también a los que en verdad somos cristianos y profesamos la Fe católica ya que en el ideario político de este tipo de dirigentes está la instauración del laicismo como modelo de estado que quiere decir eliminar todo símbolo o vestigio religioso de la esfera pública e instaurar sucesivas leyes que vayan contra la vida, la ley natural o directamente contra la Iglesia Católica cuando tienen en mente la suspensión del Concordato con la Santa Sede de 1979.

Os confesaré que como católico agradezco mucho que los representantes públicos que no son cristianos no utilicen símbolos tan sagrados e importantes para nosotros en su toma de posesión porque en verdad ese juramento carecería de validez no tanto legal sino moral y eso sería empezar engañando al personal que les ha votado como al que no lo ha hecho así como mentirse ellos mismos.

Pienso que los católicos españoles tenemos que cambiar el chip porque muchos piensan todavía que el estado es confesional y no es así aunque tampoco laicista como nos quieren hacer ver e imponer. Pienso que somos los católicos los que debemos sufragar los gastos que genera la Iglesia, somos nosotros los que debemos ayudar a nuestros párrocos no solo en temas de pastoral sino pecuniariamente hablando. Sé que a los españoles nos cuesta rascarnos el bolsillo para todo cuanto tenga que ver con la Iglesia pero es que el mantenimiento de la misma, los sacramentos, la distintas pastorales que encaminan nuestra vida espiritual, dependen de los bautizados, de los católicos, y así ningún gobierno intentaría pisotearnos mediante amenazas porque seríamos totalmente independientes y libres para dedicarnos a las cosas de Dios en la tierra y que el césar se quede con lo que es del césar. Esto no quiere decir que cuando tributemos los católicos decidamos dar a la Iglesia esa parte que a ella queremos vaya destinada en la declaración de la renta así como se le otorguen los beneficios que tienen otras realidades e instituciones porque no es de recibo que los partidos políticos, los sindicatos e incluso la patronal gocen de beneficios fiscales y a la Iglesia Católica, que no olvidemos es la mayoritaria en España, se los quieran cercenar porque ahora se lleva ser ateo, laicista, anticlerical y contrario a todo lo que tenga que ver con Dios.

En esta España tan progresista, tan desarrollada y avanzada en todas los sentidos tenemos que tener claro que nuestros gobernantes en su mayoría no solo no son católicos sino que todo lo contrario y que la Iglesia por lo que es y significa es inmensamente molesta por lo cual creo que ya va siendo hora de todos nosotros nos rasquemos literalmente el bolsillo para ayudar a mantenerla porque de las colectas de los domingos no se sostiene la inmensa labor que lleva para adelante la Iglesia Católica.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 13 de enero de 2020

Nubarrones en el alma






Será porque tengo "Nubarrones en el alma" el por qué escribo este artículo tan personal en mi semanal tribuna de Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias 










NUBARRONES EN EL ALMA




Tengo nubarrones en el alma y por más que intente pensar en otra cosa no puedo. Tu marcha, lo he de reconocer, me ha dejado trasquilado y aunque sabía de la gravedad de la enfermedad no podía suponer lo rápido que ha sido el fatal desenlace. Sí, eras de esas personas que sin ser amigos has estado muy presente a lo largo de mi existencia ya sea porque frecuentábamos los mismos caminos, senderos o veredas.

Hace un tiempo, hace más o menos treinta años, lo fuimos pero la vida con sus decisiones nos separó y no supimos o pudimos reencontrarnos. En su momento tu elegiste lo que querías ser y yo también pero en distintas trincheras aunque con casi el mismo pensamiento.

Pero la realidad de una persona no es tanto lo que hizo en vida sino el mensaje que nos ofreció ante el dolor, los padecimientos, la enfermedad y la misma muerte. La realidad no es el éxito efímero ni el olvido buscado o condenado a ello, la realidad con sus máximas enseñanzas es cuando llega la postración que nos humilla, nos vence, nos hace ver que nuestra portentosa fuerza, nuestro ingenio e intelecto no es nada sin la fuerza motora de la Fe que nos sustenta siempre.

Tuviste éxito, trabajaste año tras año para conseguirlo, fuiste lo que querías y soñabas, llegaste a metas altas, gobernaste y siempre tuviste ese poder de decisión que tan duro es, tan pocos amigos de verdad genera y tantos enemigos afloran. Si no hubiera llegado la enfermedad seguro hubieras degustado nuevas mieles que te hubieran puesto en ese lugar ampliamente soñado que se consigue después de tantos años de plena dedicación. No fue posible, el mal que padecías te dio la cara y entonces todo lo que antes era importante dejó de golpe y porrazo de serlo.

Encaraste esta recta final desde la valentía, y es bien difícil el serlo en semejantes circunstancias cuando toda la vida se viene abajo así como así. Valentía, coherencia, alejamiento de todo en busca de la deseada soledad de la  Fe hecha Piedad, Esperanza y Misericordia.

Lo que es la vida supe de tu deterioro, de tu enfermedad cuando casi nadie lo sabía pero permanecí en el sepulcral silencio del respeto, guardé esa información que venía de buenas manos en lo más hondo del corazón. No creo en las casualidades, pienso que fue el Señor el que fue bondadoso conmigo y me puso al tanto de estos conocimientos para que, por los cauces que fueran, estuviera preocupado de como ibas, estuviera al tanto de la evolución y sobre todo del mensaje de fortaleza que lleva implícita el enfrentarse a este padecimiento tan letal como doloroso.

Y bien que nos has regalado un testimonio de vida ante el dolor, la enfermedad y la misma muerte que debe servirnos de enseñanza para cuando a nosotros nos llegue la hora. Personalmente te doy las gracias por tu testimonio de vida ante el final de la misma.

No, no éramos amigos aunque hubo día hace casi tres décadas llegamos a serlo, no nos relacionábamos ni coincidíamos siquiera pues nuestros mundos eran demasiado distintos pero tengo que darte las gracias porque en los momentos finales he descubierto los valores y virtudes que atesoraban en tu corazón, he descubierto que cogiéndose de la mano de Jesús hallamos nuestro descanso pues su yugo es llevadero y su carga ligera, que la cruz que llevamos sobre nuestros hombros es el mejor de los asideros para alcanzar la gloria, que vale la pena lo que Dios quiera para nosotros porque siempre es bueno y necesario en nuestras vidas aunque en nuestras cortas entendederas no lleguemos a comprenderlo.

Te has ido como decidiste afrontar la enfermedad: En silencio y cogido a la Virgen del Carmen a la que amabas sin fisuras.

Ahora tus seres queridos, tus hermanos del alma, amigos y legión de conocidos no se lo creen, están en ese lógico aturdimiento que produce la muerte de una persona cercana y querida por igual. A ellos mi pesar.

Y a ti solo decirte que algún día nos reencontraremos y entonces ya no habrá pasado, ni circunstancias ni momentos porque todos somos hermanos en un mismo Dios verdadero.

Descansa en Paz, te lo mereces.

Jesús Rodríguez Arias 

martes, 7 de enero de 2020

¿Católicos?



El mundo y España está cambiando a peor, parece que todo vale, que todo está permitido, que todo se puede permitir menos el profesar la Fe Católica pues eso está perseguido, mal visto, y no se puede consentir...

Vienen tiempos recios en todos los sentidos, que nadie se lleve a engaño, pero más para los católicos y por supuesto  también para el apostolado cofrade.

En mi primer artículo de este 2020 en Información San Fernando escribo de este tema, sin más...

Jesús Rodríguez Arias





¿CATÓLICOS?





Hoy  comienza el año real después de celebrar todo lo habido y por haber según mandan las tradiciones porque en verdad entre unos y con el consentimiento del resto la Navidad se ha convertido en una tradición más en vez de la celebración del Nacimiento de Jesús. Es lo que podemos llamar la desacralización de las fiestas eminentemente cristianas así como del mundo en general.

Sí, pienso que los que manejan los hilos, que no son los políticos, quieren desacralizar todo porque no hay nada más molesto para ellos que Dios, las creencias en general y sobre todo la religión católica y por eso vivimos una Navidad que no es Navidad sino la fiesta de Papa Noel al que damos un protagonismo exacerbado arrinconando, en el mejor de los casos, el Portal con la Sagrada Familia en sitio público pero escasamente visible y todo esto pasa con el permiso, también anuencia, de los que nos decimos cristianos, católicos.

Todo lo que huela a sagrado es pernicioso, todo lo que sea laicista debe ser no solo respetado sino protegido por las leyes. Lo religioso y más lo católico no basta con ser escondido en las sacristías sino eliminado de la faz de este mundo tan banal, donde el gnosticismo y el sincretismo campan a sus anchas promovido por los poderosos que tienen vendidas sus almas y no a cualquier precio.

Esto que escribo está pasando, está a la orden del día, y se distingue con suma facilidad si uno es capaz de discernir, para eso hay que procurar tener una esmerada formación, y pararse a mirar en la gran y globalizada ventana de un mundo que nos quiere en continuo movimiento, deslumbrados por los flashes del consumismo, del interés, del tener más y más aunque acabemos endeudados de por vida.

Pero de esta desacralización general también tenemos culpa los cristianos, los católicos, porque de alguna u otra manera hemos dejado de serlo ante la sociedad. Se puede, se debe, ir a celebrar la Eucaristía, tener una vida conforme a nuestra Fe pero si eso no va acompañado con nuestro testimonio de poco sirve. ¿Cuántos nos santiguamos cuando pasamos por una Iglesia? ¿Cuántos le dicen a ese que le ha contado un problema que rezará por él? ¿Cuántos vamos rezando con el rosario en la mano por la calle? ¿Cuántos hablamos de Dios en la esfera pública? ¿Cuántos defendemos nuestra Fe ante los ataques de nuestros gobernantes? ¿Cuántos alzamos la voz para decir que por ahí no, que a nosotros no nos van a callar por más que nos aíslen y nos manden al mayor de los ostracismos? ¿Tanto le debemos al césar que somos capaces de anular a Dios de nuestras vidas?

Esta es una tarea de todos los que profesamos la misma Fe y ese dar la cara, ese ser valiente por ser de Dios y no del mundo la debemos realizar cada uno según nuestras circunstancias, según los dones que hayamos sido bendecidos, desde los más íntimos a niveles más generales el que pueda. No nos quejemos de que si los gobernantes quieren eliminar la asignatura de religión católica, quieren cerrar el grifo a los colegios concertados de educación diferenciada, quieren imponer la laicidad de un Estado que es aconfesional constitucionalmente hablando, quieren promover leyes que atenten no solo con la religión sino contra la ley natural, quieren introducir la cultura de la muerte como opción preferente a la vida. No nos quejemos  de que atentan contra los insondables fundamentos de nuestra Fe cuando preferimos quedarnos callados, mirar para otro lado, pensar que eso no nos corresponde a nosotros, decirnos para acallar nuestras conciencias que al final todo quedará en agua de borrajas. Tenemos que rezar, y mucho, pero sobre todo tenemos que actuar desde el respeto, la valentía y sobre todo la coherencia, esa que nos hace Libres porque no nos defendemos a nosotros mismos sino a la Verdad que es Dios.

Mirad, los cofrades lo tenemos fácil porque nos dan oportunidades de oro para defender nuestra Fe ante los desmanes de la persecución que está siendo sometida cada vez que nos subamos a un atril,  escribamos en medios o en nuestros cuaresmales boletines. Lo tenemos fácil pero os pregunto: ¿Queremos hacerlo? He ahí la cuestión…

Jesús Rodríguez Arias  

Pasión

  Reconozco que a mis cincuenta y cinco años soy más de lo de siempre que lo novedoso y actual. Las nuevas tecnologías aplicadas a la vert...