Este lunes, segundo de Cuaresma, quiero dedicar mi artículo a un buen cristiano-cofrade, una buena persona, un hombre que hace mucho sin figurar en nada.
Hoy mi semanal tribuna en Información San Fernando está dedicada por completo a la persona de mi querido hermano en la Fe, Antonio Sánchez Aguilera.
¡Va por ti querido amigo!
Jesús Rodríguez Arias
ANTONIO
SÁNCHEZ AGUILERA
El sábado 15 de febrero la
Hermandad de la Divina Pastora de las Almas Coronada de esta Real, Invicta y
Bicentenaria Ciudad de San Fernando nombraba Hermano de Honor de la misma a D.
Antonio Sánchez Aguilera que es una
forma de agradecerle todo cuanto ha
hecho por la Titular de tan coqueto barrio.
Sí, porque para hablar de la
Divina Pastora de las Almas Coronada tal y como la conocemos hay que retroceder
en el tiempo y en ese viaje al pasado necesariamente te encuentras con Antonio,
ese hombre bonachón y entregado no solo a su hermandad sino a todo aquél que lo
pudiera necesitar, ese hombre corpulento con una personalidad arrolladora, ese
hombre inconformista, emprendedor, luchador que ha guerreado en las peores
batallas y lo ha hecho a pecho descubierto.
Sí, hermano de honor de esta
Hermandad que él ayudara a cimentar y poner en valor cuantas virtudes le han
significado desde siempre. Hermandad con
mayúsculas donde el primero es el último y además servidor de todos y
cada uno de los hermanos que estamos unidos en la Fe de Jesús, eterno
Pastorcillo Divino, y en el Amor inconmensurable de María por siempre Divina
Pastora de nuestras Almas.
Antonio le imprimió su
carácter he hizo que esta corporación se hiciera con un hueco en la Ciudad y
que con trabajo, dedicación, espíritu de servicio y sacrificio, consiguiera el
respeto y la admiración de casi toda La Isla cofrade que es cosa bien difícil
pues si en algo nos caracterizamos a los de aquí es que somos muy cicateros con
todo lo nuestro. Este espíritu siempre inconformista de San Fernando hace que
la crítica aparezca por doquier y no veamos la realidad de la grandeza de
nuestros vecinos, de nuestra Ciudad.
Antonio amén de pastoreño es
cofrade por los cuatro costados pero si algo caracteriza a este querido hermano
es que es un hombre desprendido que no le importa ayudar a sus semejantes que
no lo están pasando bien, que mueve cielo y tierra por aportar su granito de
arena manteniéndose en la última fila pues es bien sabido que lo que hace tu
mano derecha no debe saberlo la izquierda.
Antonio Sánchez Aguilera ama a
San Fernando y se demuestra que siempre ha estado ahí en cuantos proyectos
hacía falta su participación ya sea desde el anonimato más absoluto o liderando
los mismos como su implicación en primera persona con la Asociación de Reyes
Magos de La Isla, que presidió hasta el pasado año, convirtiendo por méritos
propios su etapa en un auténtico referente y pienso, es una opinión muy
personal, que esta asociación no sabe todavía lo que ha perdido con su marcha
por las característica personales de Sánchez Aguilera.
Nuestro amigo y hermano
también ha sabido enfrentarse con esa clase de valentía que da la Fe y la
Esperanza a los tragos amargos de la vida. Su lucha es un ejemplo de cómo
afrontar esas situaciones que a muchos se nos escapan de las manos y que sin
agarrarnos a los brazos redentores del Señor, sin cobijarnos en el manto de
María que pastorea nuestras almas, nos hace hundirnos hasta convertirnos en
pecios que habitan en el fondo de la mar de nuestra propia existencia.
Por eso creo que es bien
merecido este nombramiento como hermano de honor de nuestra querida hermandad
de la Divina de la Pastora de las Almas Coronada aunque pienso que este debería
el primero de los muchos reconocimientos que esta Isla de San Fernando le debe
ya que Antonio Sánchez Aguilera es un predilecto hijo de esta eterna Isla de
León y precisamente porque es tan humilde, tan sencillo, tan alejado de
protagonismos estériles, tan desprendido y servicial, tan de hacer tanto por
todos sin interés alguno, se merece que esta Bicentenaria Ciudad de San
Fernando sea agradecida con uno de sus hijos, con este emprendedor nato en lo
empresarial y en lo caritativo.
Personalmente te doy las
gracias querido Antonio por cuanto me enseñas cada día, por tu inquebrantable
Fe, por tu Amor a María, porque en los latidos de tu corazón suenan compases de
la Salve Pastoreña, por ser una buena persona, de las que ayudan sin querer
figurar, de las que hacen sin esperar nada a cambio.
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