Es verdad que estos tiempos recios, de miedo, intranquilidad, desesperanza donde el estar confinado es la mejor de las suertes. Son muchos los héroes que están dando más que sus vidas para salvar a todos los contagiados por el maldito Coronavirus Covid-19. Médicos, enfermeros, auxiliares de clínica, celadores, sanitarios, personal administrativo que desempeñan sus funciones en los hospitales, centros de salud...
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas...
Personas que tengan que trabajar sí o sí para que no se produzca desabastecimiento en ningún campo de lo que no es básico.
Empleados de empresas de limpieza y desinfección.
Empleados de empresas de limpieza y desinfección.
Funcionarios y empleados públicos de las distintas administraciones que tengan que estar con al pie del cañón...
Y también a los curas, a nuestros sacerdotes, que están junto al enfermo, al moribundo, y con todos nosotros para aliviarnos tantos miedos con la única certeza que existe: ¡Dios!
Y a estos va dedicado mi artículo de hoy lunes, a estos que siempre son incomprendidos, que son insultados, cuestionados, pero que dan su vida por la nuestra si hace falta.
Os dejo con mi semanal tribuna de Información San Fernando.
Jesús Rodríguez Arias
EN
MISIÓN
Sí, especialmente en estos recios
tiempos que estamos viviendo desde que el Coronavirus apareciera en nuestras
vidas y que es mucho antes al estado de alarma decretado el pasado sábado 14 de
marzo. Una Iglesia en misión que ha tenido que sacar toda la divina inspiración
para hacerse presente en cada casa.
En mi semanal tribuna de
Información San Fernando quiero centrarme en algunos casos que conozco de
primera mano que hacen admire y quiera más a esos buenos prelados y sacerdotes
que están dando más que sus vidas por la de los demás.
Algunos obispos y órdenes
monacales han decidido que lo mejor era el cerrar las Iglesias y que no se
celebraran Misas ni nada de nada con el fin de que nadie se contagiara.
Personalmente bien sabéis difiero de esta postura aunque hoy no toca hablar de
esto. Es verdad han cerrado las Iglesias pero mantienen un contacto directo con
su feligresía por medio de misas, rezo del santo rosario o adoración al
Santísimo emitido en directo por las redes sociales. Es una forma de llevar a
Dios a todos sin ningún riesgo de contagio. Es una labor ardua porque aunque
parezca mentira el hecho de grabar en directo es un trabajo dedicado y añadido
a la celebración litúrgica que se está celebrando.
En otras diócesis como Madrid
o Getafe la cosa está complicada pues se han convertido en foco de infección
del Covid-19 donde hay muchos contagiados y los muertos se suceden cada día.
Cuando veo sacerdotes como los de Valdemoro estando al pie del cañón junto a
los enfermos, socorriendo a los moribundos, admitiendo ellos mismos que lo más
seguro es que padezcan la enfermedad pues su día a día es tratar precisamente
con contagiados debo reconocer que me emociono pues veo en ellos al mismo Jesús
que se entregó por todos nosotros por amor. Allí está una persona a la que
quiero de verdad como es el Padre José Antonio Medina Pellegrini que es el
Capellán del Hospital de Valdemoro y que están viviendo junto al resto momentos
muy complicados que solo se sobrellevan desde al Fe.
Por otro lado hay obispos que
han decidido que en sus diócesis no se cierren las Iglesias, que se celebren
las Eucaristías manteniendo las normas e instrucciones sanitarias establecidas
ante esta pandemia. Este hecho ha sido muy criticado por “fieles” laicos que
defienden quedarse en casa por encima de todo porque no se puede ir a la
Iglesia por temor al contagio, porque lo ha dicho el gobierno de la nación,
porque hay que utilizar la “prudencia” aunque habría que preguntarles a estos
que piensan que se pasee al perrito, se salga para comprar o por cualquier
asunto de los previstos en el Real Decreto entre los que está el poder ir a
Misa y que los templos puedan permanecer abiertos. De ahí que haya sacerdotes
como D. Antonio Diufaín, D. Juan Enrique Sánchez, D. Juan José Marina Janeiro,
D. Rafael Pinto Vega entre otros que no solo mantienen sus templos abiertos
sino que en estos se ofrezcan amén de las Eucaristías, plegarias y rogativas
para acabar con este virus maligno así como adoración al Santísimo Sacramento.
Por esto se están llevando una cantidad de improperios de algunas personas que
son capaces de romperse la camisa ante la imagen sagrada del Señor pero que con
su comportamiento cuestionan que Cristo está en el Sagrario de esa Iglesia que
quieren cerrar.
Por último tengo que hablar de
mí buen amigo el Padre Sergio Moreno Ruiz que es Párroco de Grazalema,
Villaluenga del Rosario y Benaocaz, que atendiendo la última carta de Mons.
Mazuelos, obispo de Asidonia-Jerez, ha decidido suspender las Eucaristías de los Templos a su cargo siendo su idea la de abrir estos una hora al día para aquellos que quieran entrar a rezar amén de utilizar también los resortes de la
tecnología para hacer llegar a la feligresía de los tres pueblos vía WhatsApp todos los días
una meditación y un canto que es interpretado a piano por él mismo ya que
además de cura es músico, compositor así como barítono.
Son formas de hacer llegar a
Dios a todos, es la inmensa labor de la Iglesia que siempre está en misión.
Y de la magna que algunos
están potenciando y de los que padecen “cofradieritis” hablamos otro día…
Jesús Rodríguez Arias
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