lunes, 25 de mayo de 2020

¿Todo bien?






¿Todo bien en España?

¿Tú que piensas?

Jesús Rodríguez Arias










¿TODO BIEN?



Pues lógicamente todo está no bien cuando más de 28.000 compatriotas han muerto por culpa del Coronavirus, decenas de miles de familias han quedado destrozadas por esta crisis sanitaria sin precedente y millones ya engrosan las filas del paro y la precariedad, es decir el hambre, ha vuelto ha transitar las calles de España.

No, todo no está bien y cuando amaine el temporal del virus propiamente dicho vendrá otra “pandemia”: La de la pobreza, bajada de sueldos y pensiones mientras comedores sociales y Caritas volverán a estar a rebosar porque mucha más gente de lo que nos imaginamos lo va a pasar muy mal. El Coronavirus ha destrozado decenas de miles de vidas pero no debemos obviar que la crisis económica también hará estragos en millones de españoles que perderán todo.

Todo bien no puede estar España en su conjunto cuando las mentes preclaras, que no pensantes, quieren reconstruirla. Pienso que el término de reconstrucción está escogido con cierta premeditación pues quieren llevarnos a esa engañosa “nueva” normalidad donde nos quieren meter lo que ni necesitamos mientras acaban con el actual modelo económico y social con todo lo que eso conlleva. Aquí no necesitamos una “reconstrucción” sino una reactivación, una recuperación, para volver a generar riqueza, empleo y estabilidad. El español de a pie no necesita vivir de subvenciones variadas sino de lo que genera su trabajo.

Todo no puede estar bien cuando se hacen pactos de tapadillo con los herederos de ETA o se quieren cargar el mundo de los toros, defenestrar la Tauromaquia, porque quienes nos gobiernan tienen una visión sectarista de todo, también de la Cultura. Todo no puede ir bien cuando quienes deberían garantizar la recuperación lo que hacen es dinamitar los pilares en los que se asienta España.

El “todo bien” lo aplicamos entre nosotros mismos, los que hemos estado confinados en nuestras casas, los que hemos sigo atosigados por los cuatro costados por el terror de un virus que todos los días dejaba cientos de víctimas, los que hemos aplaudido cada tarde a las ocho por los sanitarios, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas amén de un largo etcétera que se iba añadiendo, según iban pasando los días, entre la desesperación y el desasosiego de estar metidos entre cuatro paredes sin poder hacer absolutamente nada mientras conocías casos y personas cercanas a ti que habían caído en las garras del maldito virus.

Sí, os hablo de la gente normal y corriente, de nosotros, y no tanto de los que detentan el poder, sea cual sea, pues estos parecen demasiado alejados de la realidad o por lo menos de la nuestra.

Antes de la pandemia tú le preguntabas a alguien como estaba y te decía que regular, qué si estaba delicadillo de salud, le dolía hasta el alma, tenía un catarro o que ya estaba hasta el flequillo del trabajo, de la familia, de todo lo que le rodeaba. Antes de que nos azotara el COVID-19 estábamos demasiado ofuscados y ocupados como para perder tiempo con los demás e incluso con nuestros mayores a los que hoy echamos tanto de menos.

Ahora es distinto, dos meses largos en casa han hecho que cambiemos la mentalidad ya que el miedo y la muerte han entrado en nuestros hogares por medio de la televisión, la radio, los periódicos e internet. Todo esto ha hecho que nos hayamos reprogramados y ese ánimo quejumbroso se nos ha venido abajo como un edificio en ruinas. Cosa que se ha visto reflejada cuando hemos tenido “permiso” para salir y nos hemos encontrado con vecinos y conocidos, a los que nos hemos alegrado una inmensidad de ver cuando antes los esquivábamos.

¿Cómo estás? a modo de particular saludo y la contestación: ¡Todo bien!

Sí, todo bien porque ni nosotros ni nadie de nuestras familias, gracias a Dios, hemos enfermado por el Coronavirus aunque conozcamos casos cercanos. Todo bien porque de golpe y porrazo hemos visto el dolor, el miedo y la muerte en la puerta de casa como para quejarnos por una tontería.

Nosotros hemos aprendido la lección y damos más valor a lo que en verdad lo tiene. Nosotros no nos parecemos a los que nos gobiernan porque ellos solo miran sus espurios intereses que no suelen ser los nuestros.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 18 de mayo de 2020

Matar al mensajero



La Prensa, los medios, los profesionales de la comunicación, los periodistas, casi nunca son del agrado de aquellos que tienen algo que ocultar y por eso desde siempre ha sido una profesión maldita.

Los articulistas que ofrecemos nuestra opinión desde la más absoluta Libertad tampoco somos bien vistos, os lo digo con cierta experiencia, por aquellos que no asumen sus errores. Os confesaré que más de un político o dirigente de alguna institución, a lo largo de mi vida como columnista, se ha cruzado de acera para no encontrarse conmigo o me ha negado el saludo porque lo de las "advertencias" es mejor dejarlo para otro artículo...

Por eso es más fácil "matar al mensajero" que ser íntegro y veraz.

Y de eso va mi artículo de hoy lunes en Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias 


MATAR AL MENSAJERO




Hay que ver lo que está dando que hablar el denominado “cuarto poder” que es como llaman a los medios de comunicación y aunque en todos lados cuecen habas debo reconocer que desarrollan una impecable labor de informarnos de lo que están sucediendo. La misión de los profesionales es reconocida por todos, salvo por los que tienen pensamientos totalitarios o mucho que esconder. Gracias a los medios de comunicación se han descubierto, por ejemplo, los sangrantes casos de corrupción que han asolado a España y Andalucía habiendo enviado a más de uno al banquillo como al hotel “reja”.

Ahora tienen sobre ellos la espada de Damocles pues muchos no son del agrado de los que nos gobiernan que para defender su “gestión” acusan a los medios de publicar bulos y me pregunto: ¿Es mentira porque es falsa o porque no interesa que se sepa más de lo que procede?

Este acoso y derribo por parte de los dirigentes de este país hacia la libertad de expresión y prensa es muy preocupante porque te da que pensar. Si fueran transparentes en sus acciones no tendrían para nada que temer de los periodistas pero es más fácil “matar al mensajero” que asumir una gestión que presenta más errores que aciertos, más dudas que certezas.

Ahora está muy en boga eso de criticar a los medios de comunicación privados pues “tergiversan” todo cuanto hacen nuestros gobernantes haciéndonos ver que todo lo que salgan de estos es mentira y poniendo en un brete no solo a los medios propiamente dichos sino a los profesionales de la comunicación, que trabajan, investigan, para la ofrecer la noticia, sea cual sea, desde la veracidad y el conocimiento. Conozco a muchos periodistas que se dejan literalmente la piel en el ejercicio de su profesión para que vengan los politiquillos de turno, cuyo prestigio social se basa en un efímero cargo público, y quieran desprestigiarlos a todos para salvar donde la espalda pierde su nombre. 

En esta España dolorida, que entierra en soledad a sus muertos mientras llora en silencio. En este país tan histriónico donde los gobernantes quieren rebatir derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española de 1978 como es la Libertad de Expresión y de Prensa abogando por la desaparición de los medios de comunicación de carácter privado para aunarlos todos en uno público y gubernamental no es que me parezca descabellado, que lo es, sino verdaderamente temerario y peligroso.

La Libertad no es algo que se pueda dar o quitar según convenga. La Libertad es un derecho fundamental del ciudadano que ni se compra ni se vende, se tiene y punto. En un estado social y democrático de derecho como España no debería ser algo a cuestionar. Y dentro de la Libertad está la de opinión, expresión y prensa. Cuestionar a determinados medios de comunicación porque no sean del agrado del que ostente el poder es simplemente pura intransigencia.

Malos momentos vivimos en España cuando se cuestionan los pilares en el que se fundamenta esta noble Nación por parte de quienes están en la obligación moral y personal de garantizarlos.

Personalmente no me puedo callar ante estos desmanes que va en contra de mis principios no solo ya como español sino como escritor y articulista de opinión que vive en la Libertad. La información debe ser objetiva siempre y la opinión subjetiva pues la misma se fundamenta en el pensamiento del que la emite. Hay opiniones para todos los gustos y todas necesarias. El acallar la voz de los medios de comunicación y de los columnistas de opinión es de una bajeza intelectual y de una falta de sentido democrático a tener muy en cuenta. Visto lo visto nos podremos preguntar en manos de quienes estamos.

Dentro de los privados están los religiosos así como los eminentemente cofrades. Los que abogan por un medio estatal y gubernativo con fundamentos laicistas como único altavoz las cuestiones religiosas no tendrían cabida. Los que piensan de esta manera quieren construir una España vaciada sin historia, raíces, cultura, tradiciones ni Dios.

Todo mi apoyo personal a todos los profesionales de la comunicación y medios privados como públicos pues tienen la noble misión de informar a los ciudadanos de lo que en verdad está pasando les guste o no a los de siempre.

Jesús Rodríguez Arias



domingo, 17 de mayo de 2020

Cada 18 de mayo...




Cada 18 de mayo sucede y aunque parezca siempre igual es todo lo contrario, es siempre diferente...

Cada 18 de mayo cuando la primavera se manifiesta rotunda con colores llenos de vida, con el aroma de las flores silvestres que embellecen los prados y las laderas de los caminos, con las amapolas tan frágiles, tan bonitas y tan duras a la vez...

Cada 18 de mayo la vida da un vuelco, se para, o por lo menos me lo parece, porque pudiendo parecer un día cualquiera no lo es ni por asomo.

Cada 18 de mayo recordamos el nacimiento del Papa Santo que fue el que marcó nuestras vidas: Juan Pablo II.

Cada 18 de mayo siempre me acuerdo de mi querida amiga Aurori Ortega Castro al igual que Ana María Gutiérrez Rodríguez pues las dos nacieron el mismo día aunque en otros lugares y en distintos años...

Cada 18 de mayo mi reloj se para porque cumple años Hetepheres que según Feisbú va por unos 106 muy bien llevados.

En mi casa materna no era mucho de celebrarse los cumpleaños, mi madre María del Carmen lo tenía expresamente prohibido a lo que ella se refería. Era muy coqueta y no decía nunca la edad a nadie. De hecho ni Tata ni mis hermanos sabían a ciencia cierta cuantos años podía tener. El único que lo sabía era yo y no porque ella me lo dijera sino porque como era el que llevaba todas las gestiones de la casa desde los 14 años pues no tenía más remedio aunque en la vida se lo dije y siempre respeté esa especial coquetería que llevaba por bandera. 

Y esa coquetería aunque con mucho más gracejo lo tiene Hetepheres pues entre que ella no se acuerda muy bien de la fecha exacta y yo que tampoco se lo digo pues eso, que hoy cumple 106 años desde que naciera precisamente un 18 de mayo.

Llevamos 13 cumpleaños juntos aunque nos conociéramos un mes de julio de hace 14. Siempre diferentes donde ha habido de todo: Algunos los celebramos en la intimidad, otros viajando o en el spa de Estepona, rodeados de queridos amigos, verdaderos hermanos del alma, ya sea en la Cantina El Titi Bartolo o en nuestra antigua casa en Jerez y este pues en Villaluenga del Rosario, en esa intimidad que te da el no poderlo celebrar en algún lugar pues la mayoría están cerrados por la maldita pandemia aunque con muchos proyectos e ilusiones que empiezan a fraguarse y con un horizonte nuevo en casa nueva donde haremos nuestro Hogar.

Sí, porque hay muchas casas donde se puede vivir pero el Hogar lo tienen que construir los que viven y un verdadero Hogar tiene que gozar de esa sosegada calidez que te abraza de la noche a la mañana.

Por no tener no tengo ni un regalo ya que entre las tiendas, sobre todo las librerías, están cerradas y yo que llevo desde el 26 de febrero en casa pues la verdad es que todo se ha complicado un mucho en este aspecto. Aunque bien pensado estas palabras salidas del alma son también un pequeño regalo...

Gozo más tu cumpleaños y santo que los míos con inmensa diferencia pues el verte más feliz de lo que eres en tu día a día a mí personalmente me llena de alegría. 

Eres tan extraordinaria como creativa amén de tener un razonamiento pragmático que hace veas sencillo lo que parece más enrevesado. Eres de ese tipo de personas que en una conversación, algunas veces anodinas, te vas montando una trepidante película. Cuando se van compartes conmigo tus apreciaciones que no tienen nada que ver con el asunto pero que en verdad si así fuera sería mucho más interesante y divertido.

Eterna investigadora de casos raros que expones con una naturalidad y pasión que hace de ese momento el más interesante que se pueda tener. En muchas reuniones de amigos hemos disfrutado de esos conocimientos que la verdad al principio te chocan pero que después te hartas de reír.

Las muñecas de silicona que se hacen en Casares o los fetus in feto, la diprosopia, personas que nacen con dos caras o el caso de fornido marine que tenía desarrollados los dos órganos genitales y decidió cortarse lo que le colgaba...

Casos como estos dejan a todos callados, expectantes hasta el final que acaban riéndose pues a todo hay que sacarle la chispa.

Reconozco que vivir contigo es una aventura trepidante pues eres muy intensa en todos los sentidos e inmensamente impaciente. Yo tan tranquilo y tú una polvorilla aunque los dos nos hemos compenetrado tan bien que nos complementamos de maravillas.

Aunque suene un poco cursi te diré que no me imagino la vida sin ti y confieso que me cuesta pensar y recordar como era mi vida antes de conocerte. Sí, la recuerdo: Era una existencia con muy pocos alicientes, con un horizonte demasiado cercano, sin proyectos  e ilusiones. Era una vida que en verdad no era mi vida pues esa la empecé a vivir cuando te conocí en ese curso de verano de geoestrategia militar en Oriente Medio que se organizaba en el Hotel Monasterio en El Puerto de Santa María. Unos se conocen en una discoteca, otros haciendo deporte, en el trabajo y nosotros en un curso de estrategia militar. ¡Hay gente pa tó!

Contigo empecé a ser yo y aunque siempre me lleves la contraria bien sabes que es verdad porque gracias a ti y a tu Amor tuve confianza en mí mismo, empecé a tener verdaderas ilusiones, hice pública la vocación que tenía enterrada en el sótano de mi propia existencia como es la escritura que tantas horas le dedico y me quita de tu lado. Contigo dejé de ser urbanita acérrimo para enamorarme de los pueblos hasta acabar viviendo en uno tan bonito y especial como es Villaluenga del Rosario.

Tú, que eres explosiva y con un carácter arollador, te gusta más estar en tu casa, disfrutar de un buen libro, ver una buena peli o cerrar la mente perdiendo la mirada en el Caíllo. Yo, bien lo sabes, soy más comunicativo, más de distancias cortas, me gusta charlar y  mantener buenas tertulias donde sea y como sea, me gusta admirar la naturaleza y ver como pasan las nubes...

Este es el año en el que estamos plasmando la vida que queremos, la que hemos decidido construir juntos, la que a nuestras edades, 106 y 50, nos hemos podido permitir. No todo el mundo puede hacerlo pero nosotros hemos decido romper con nuestro ayer para vivir el presente y futuro a nuestra manera. Seguro que muchos  no nos entienden, es lógico, pero los que en verdad nos quieren no solo nos apoyan sino que se alegran del paso que hemos dado.

Disfruta del día mi vida, disfruta de las personas que te felicitarán por todos los medios, disfruta de la felicidad que llevas plasmada en tu mirada siempre, disfruta de tus momentos y de los míos, disfruta cada instante de tu vida pues te lo mereces, te mereces lo mejor porque eres una mujer extraordinaria con un corazón Justo lleno de Esperanza y Caridad.

Dios nos unió y está siempre con nosotros aunque tú tengas una particular lista de preguntas para cuando llegues al Cielo.

Yo, Hetepheres, te Amo y te Amaré toda la eternidad porque no la concibo sin estar junto a ti.

¡¡Muchas felicidades mi vida!!

Te quiero con esa clase de locura que nos caracteriza.

Jesús Rodríguez Arias


lunes, 11 de mayo de 2020

Nueva normalidad



La "nueva" normalidad que se quiere instaurar en España es en sí un cambio radical en nuestra forma de vivir donde nada de lo anterior a esta pandemia quedara en pie. 

Una "nueva" normalidad que tocará todos los ámbitos de la vida así como en los valores, la Fe y nuestros derechos fundamentales...

Y de la "nueva" normalidad, que hoy lunes ha comenzado con la fase 1, va mi semanal tribuna en Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias







NUEVA NORMALIDAD





La nueva normalidad que machaconamente nos repiten desde el gobierno es en sí la antesala del nuevo orden mundial que quieren instaurar sí o sí en todo el globo terráqueo donde ganan los de siempre y perdemos los demás.

Una “nueva” normalidad que quiere reglamentar nuestra vida al milímetro y con esto del Coronavirus meterse hasta en nuestra alcoba o como diría Cheri; “con cosas de la wii”. Sí, no exagero pues ya hay un estudio que aconseja como deben ser las relaciones sexuales a partir de ahora. Permitidme que no entre en detalle porque pienso sería una falta de respeto hacia vosotros amén de una oportunidad única de usar la lacerante ironía contra las mentes “pensantes” que quieren dirigir nuestras vidas a su antojo.

Si viviera mi madre diría: “Cosas del culo” aunque me quedo con una frase de mi hermano Leo cuando hace unos días puse el enlace con esta noticia: “Se quieren meter hasta en nuestra cama” y es verdad porque también de eso va la “nueva” normalidad.

El Coronavirus se lo ha puesto en bandeja a los que mangonean todo para hacer un ensayo general a nivel mundial de cómo manejarnos. En estos meses la libertad personal ha desaparecido ya que todos hemos estado confinados, se ha atacado con virulencia la libertad de expresión, de opinión, hasta límites insospechados. Eso de “monotorizar” las redes, que son el pulso de lo que piensan los ciudadanos, para eliminar o bloquear comentarios y perfiles que causen “estrés” social o desafecto hacia nuestros gobernantes es para mí una auténtica desvergüenza propia de mentes totalitarias que no aceptan la libre opinión de sus conciudadanos. Una voz única para un pensamiento único es lo que pretenden instaurar mientras nos dan migajas y nos distraen con cosas como salir para hacer deporte, pasear o sacar al perro. Es verdad que la pandemia es de una gran virulencia, es verdad que los efectos han sido devastadores, que se lo digan a las familias que han quedado destrozadas, es verdad que tenemos que hacer caso de los consejos médicos en cuanto a nuestra actuación diaria pero una cosa no debe quitar la otra.

Una “nueva” normalidad que interfiere en la forma de vivir nuestras creencias ya que al igual que en la cama quieren reglamentar hasta la liturgia en las Misas. Pienso que el gobierno andaluz debería meterse en otras cuestiones pues tiene muchas sobre el tapete aunque también digo que no lo está haciendo mal del todo pues lo cortés no quita lo valiente.

Opino que la Iglesia ha quedado algo “tocada” con esta pandemia pues salvo algunos obispos y unos cuantos curas que han optado por mantener las Iglesias abiertas estas se han cerrado a cal y canto dejando a los fieles solos cuando más necesitaban rezar y recibir los sacramentos. Algunos sacerdotes, viendo la imposibilidad que sus templos pudieran seguir manteniendo el culto han posibilitado, por medio de laicos comprometidos, el poder abrir todos los días algunas horas para que los fieles pudieran ir a rezar, otros han ofrecido la Misa y meditaciones por las redes sociales.

La “nueva” normalidad que defiende un día sí y otro no el gobierno en verdad no existe porque lo normal no pude ser nuevo. Es como la desescalada, un término inventado con el que quieren mostrarnos las fases previstas para que todos volvamos a nuestra vida normal y corriente si ellos nos lo permiten.

Pero de esta situación tenemos que salir arrimando el hombro entre todos, no con el sablazo económico que se prevé nos den, sino desde la voluntad de hacer las cosas bien. Me atemoriza ver fotografías y vídeos de ciudades y pueblos grandes llenos de gente en la calle, muchas de ellas sin guardar las distancias de seguridad, sin mascarillas ni guantes, como si no pasara nada, como si los miles de contagiados y fallecidos no existieran. Así vamos para atrás, no para delante.

En verdad pienso que la “nueva” normalidad es en verdad una nueva realidad donde todo lo que pensábamos, creíamos, atesorábamos, ya no tiene validez alguna. Quieren hacernos ver que después del COVID-19 se abre una nueva era en la que todo lo anterior es pernicioso y sobre todo si es tocante a los valores, a nuestra Fe y a nuestros derechos fundamentales.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 4 de mayo de 2020

Luto en España









Luto en España que no quiere decir que oficialmente España esté de luto...

En mi semanal tribuna de todos los lunes en Información San Fernando ofrezco mi opinión sobre lo incomprensible de esta situación.

Jesús Rodríguez Arias






LUTO EN ESPAÑA




Luto en España que no quiere decir que oficialmente España esté de luto aunque sea verdaderamente incomprensible para la inmensa mayoría que presenciamos entre la sorpresa y la indignación como pasan los días, como los muertos por culpa del Coronavirus se amontonan y no se ha decretado desde el 14 de marzo duelo oficial por parte del Gobierno de la Nación siendo pocos los Ayuntamientos e instituciones que han ordenado poner la bandera a media asta, que en las principales plataformas de comunicación no aparezca ni el crespón negro, tendrán quince millones de razones para actuar así, y tanto el presidente como su gabinete y los políticos de su cuerda no han mostrado en su indumentaria un símbolo de luto ante una situación demasiado dura se mire por donde se mire. Solo la titular de Defensa, Margarita Robles, ha tenido gestos de sensibilidad y palabras de cariño hacia las víctimas del COVID-19, se ha enorgullecido de los hombres y mujeres que tiene a su cargo en las Fuerzas Armadas por su entregada labor.

Los fallecidos por esta maldita pandemia solo son números que sirven para completar una fría estadística. No tienen nombre, apellidos, caras, ni tampoco origen. Son una especie de “apestados” a los que hay que eliminar de la memoria colectiva con anuncios como los de las fases de la “desescalada”, de la ampliación del estado de alarma sine die mientras nos cuelan leyes que interesan salgan adelante sin pasar por debate parlamentario como puede ser la polémica de Celaá…

Y al ser simple números pues no se tiene conciencia de que sean compatriotas que han trabajado para sacar España hacia adelante, han contribuido con sus impuestos al sostenimiento del estado del bienestar que disfrutábamos hasta ahora, han mantenido por ejemplo la sanidad pública que no es invento de una determinada formación política sino que ya estaba incluso antes de la democracia.

Sí, en España se silencia todo lo relativo a los fallecidos por culpa de la pandemia. Estos mueren en la soledad, sin poderse al menos despedir de sus seres queridos que son los que reciben la llamada donde les comunican la triste noticia y al día siguiente, en el mejor de los casos, les informan que ya pueden ir a recoger sus cenizas. Se entierra y adiós muy buenas.

El muerto al hoyo y el vivo a llorarlo solo. Las familias se convierten en las víctimas dolientes del Coronavirus. Porque por un lado han perdido a su familiar y por otro se encuentran con el cruel silencio impuesto. Reciben llamadas de familiares, amigos, vecinos, algún sacerdote, pero no de ninguna autoridad que les ofrezca un mensaje de consuelo en momentos tan difíciles. ¡Nada! Hay que pasar página pues un fallecido por esta causa es menos que un apestado y su familia también.

¿No me podéis refutar que todo esto es una enorme crueldad? Crueldad con los fallecidos, con sus familias, con los contagiados, con España entera que llora en silencio toda la impotencia e indignación que siente. Que estemos metidos en casa no quiere decir que seamos ajenos a la situación. Siempre digo que hay dos momentos sagrados en la vida: Cuando se nace y cuando se muere. Ahí no hay distingos de ninguna clase y somos muchos los que pensamos que se están despreciando a nuestros muertos. No es normal que en cientos de casas pongan la enseña nacional y negro crespón mientras en las instituciones públicas, que pagamos todos incluso los que han fallecido con esta pandemia y sus familias, nada de nada. Es cruel e inhumano este ordenado silencio que quiere llevarnos al olvido.

El otro día dijo el presidente del gobierno que cuando pase todo se hará un “memorial” a las víctimas del Coronavirus, que teníamos su “palabra”. A estas alturas no me creo nada. Por eso es bueno que levantemos la voz, que no nos callemos, que mantengamos vivo el recuerdo de los inocentes que han fallecido por este demoníaco virus porque es una forma de honrar a nuestros muertos y sus Familias que han quedado sentimentalmente destrozadas para siempre. Es un acto de necesaria Justicia con nuestros semejantes. Y no olvidemos que quién desprecia a los muertos también lo hace con los vivos.

Mi apoyo, cariño y oración a todas las víctimas del Coronavirus.

Jesús Rodríguez Arias

Pasión

  Reconozco que a mis cincuenta y cinco años soy más de lo de siempre que lo novedoso y actual. Las nuevas tecnologías aplicadas a la vert...