Este lunes mi tribuna va dedicada a Laura que es una periodista de raza, clara, directa, no exenta de ironía que sabemos es carta de presentación de los que son inteligentes.
Hoy mi tribuna en Andalucía Información - Información San Fernando se viste una vez más de gala ya que me honro en escribir de una persona íntegra y con valores a la que siguen miles de personas día a día...
Jesús Rodríguez Arias
LAURA
Tengo la concepción de que
junio es un mes con el paso cambiado pues de un día para otro abandonamos la
primavera para colarnos de una vez por todas en el siempre ansiado verano.
Y esa es la sensación que
tengo de los que ejercen una noble profesión que quiero y admiro desde siempre
como es la del periodismo pues no conozco a un periodista o a cualquiera que
ande metido en el vertiginoso mundo de la comunicación que no viva con el paso
cambiado pues lo que hoy es noticia mañana no lo es, lo que hoy es una
exclusiva a los pocos días deja de tener todo interés.
Podría nombrar a muchos que
honran la profesión ya sea desde una dorada jubilación que nunca retiro a los
que ahora mismo están detrás de aquella información que puede interesar a los
ciudadanos. Sin periodistas ni comunicadores no tendría sentido la libertad de
prensa y viviríamos a oscuras pues solo nos enteraríamos de lo que nos gobiernan
nos quieran “informar”.
Podría escribir sobre muchas personas,
pero me voy a centrar en una periodista de raza, una mujer que ya tiene un
extraordinario y meritorio bagaje profesional atesorando varios premios
periodísticos a nivel nacional por su buen hacer. Clara, directa, no exenta de
la ironía que ya sabemos es carta de presentación de los que son inteligentes, con
un lenguaje que engancha y haces que prestes atención a los que estés leyendo o
escuchando y que venga directamente de su mano.
Laura trabaja cada día con
temas de interés o esa noticia que al final se convierte en un magnífico
titular. Decía Pablo Picasso que “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte
trabajando”. Trabajo, inspiración, claridad de ideas, un sutil toque irónico y
un exquisito lenguaje coloquial son los valores que profesionalmente distinguen,
a mi entender, a esta buena isleña, buena amiga, y una periodista como la copa
de un pino que hace trabaje en un medio tan reconocido como es “El Español” de
Pedro J. Ramírez o como tertuliana en el programa de televisión “Mesa de
Análisis” que capitanea el periodista malagueño Teodoro León Gross en Canal
Sur.
El buen hacer siempre despierta
interés porque su forma de trabajar, su opinión, genera mucha influencia entre
los que la siguen a diario y por eso es inmensamente necesario ser veraz,
coherente y libre a la hora de expresar lo que sea y para eso mi admirada Laura
es simplemente única.
Lógicamente esto también
despierta los recelos de los que ponen la cruz, aunque no crean en nada salvo
en sí mismos. Recelos propios de los que tienen inoculado en sangre el virus de
la envidia, los que no comen ni dejan comer tal perro del hortelano, los
amargados que rellenan su ser con complejos adquiridos, los que no viven sabiendo
que las personas a las que odian sobre todas las cosas les van bien en la vida
tanto profesional como en lo personal. Reconozco que tales individuos
despiertan en mí el lógico rechazo que no rencor porque en verdad quienes así
actúan son dignos de lástima.
En la madurez de la vida os
debo confesar que soy inmensamente feliz porque vivo en mi particular “micromundo”
pues lo hago en el lugar que quiero, pero sobre todo con quienes quiero.
Y el “micromundo” de Laura es
su familia, así como sus amigos verdaderos. Ella es feliz, y lo muestra tal es,
con Jesús, Alejandro, su madre Elisa, su hermana Marieli, su cuñado o su
encantadora sobrina. Ese núcleo la hace invencible y si se añade a los amigos
que son como verdaderos hermanos pues apaga y vámonos. Dentro del mismo y como
envolviéndolo todo está el recuerdo permanente a su padre, que nunca abandona
su pensamiento y corazón, sus enseñanzas, los valores que le inculcó, su
sentido del humor y hasta su forma de encarar la vida con sus alegrías y
pesares.
Habréis adivinado que os hablo
de Laura Garófano Escudier que además de admirada y buena amiga es una gran
periodista que ejerce su profesión con pasión y vocación. Lo hace poniendo toda
la carne en el asador, no le importa correr riesgos, que es propio de los
valientes, porque tiene muy bien configurado los pilares básicos de la vida.
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario