Es el lema institucional del gobierno de la región para promocionar esta preciosa tierra es una realidad ya que es imposible el conocerla al cien por cien porque esconde muchos ciudades, pueblos, rincones, monumentos, personas, que hacen que Cantabria además de infinita sea única.
Hemos pasado todo un mes, el de septiembre, en esta tierra y por medio de este viaje hemos podido disfrutar de los lugares más conocidos y emblemáticos pero sobre todo hemos gozado el adentrarnos un poco en esa Cantabria interior tan llena de pureza.
De esto trata mi semanal tribuna de todos los lunes en Andalucía Información.
Jesús Rodríguez Arias
CANTABRIA
INFINITA
Los calores del verano del
pasado año determinarían que volviéramos a pensar en Cantabria doce años
después de nuestra última visita a Santander donde asistimos a un curso en el
seminario diocesano de Monte Corbán. Allí tuvimos el privilegio de conocer grandes
pensadores, filósofos, políticos, historiadores, periodistas, todos grandes
humanistas. Allí, en primera persona, pude conocer el restaurante “La Tucho” en
Corbán, donde desayunaba todos los días sus extraordinarios pinchos después de
dar un kilométrico paseo a primera hora de la mañana que me llevaba hacia el Cementerio
de Ciriego pasando por la Ermita de la Virgen del Mar y recorriendo el borde
costero donde el Cantábrico rompe contra rocas hasta llegar con bravura a la
orilla.
Pedimos consejo a nuestra
querida y buena amiga Felisa del Campo para que nos guiara un poco pues queríamos
irnos de vacaciones junto a nuestras perritas Enriqueta y Fernanda. Dicho y
hecho pues conseguimos alquilar una magnífica casa rural, que recomiendo, conocida
como “La Piruta” en Loma Somera que figura dentro del Real Valle de
Valderredible donde según el INE en 2012 residían un total de ocho vecinos.
Después de sobrevivir a un fin
de curso y primera parte del verano con intenso trabajo, soportar las tórridas
temperaturas de este pasado verano, así como alguna que otra decepción personal,
nos encaminamos el jueves uno de septiembre a nuestro particular viaje, en el
cual recorreríamos España de sur a norte, para vivir a nuestra manera las más
que deseadas vacaciones.
El recorrido en toda su
extensión fue muy ameno haciendo las paradas correspondientes. Cuando nuestros
pies pisaron Loma Somera supimos que estábamos en un pueblo con fisonomía
medieval de majestuosa belleza cuidado al extremo. Pueblo iluminado por
completo, con los cables de la red eléctrica soterrados, con pavimento
empedrado que ofrece una visión armónica con el caserío de piedra. La Iglesia
parroquial de San Vicente Mártir, la Ermita de San Miguel, ambas sin culto, la
vieja escuela que ha sido primorosamente restaurada, el humilladero de las
ánimas, hacen que comprendas que estás en un lugar único. Una localidad de lo
que ahora denominan la España vaciada que, aun teniendo pocos vecinos, menos en
el duro invierno, no está muerta sino todo lo contrario porque se percibe la
vida de la inmensidad natural que la rodea. Luna y Mastina, dos preciosas
perras, que cuidan a su manera de los vecinos y del pueblo, los caballos
percherones recorren el mismo en total libertad. Un lugar que se puede escuchar
el silencio o el sonido del agua en las cercanas fuentes. Un coche que llega o
se va, así como el motor del tractor de Fernando Fernández que además de vecino
nacido en Loma Somera y ganadero es el alcalde del Real Valle de Valderredible
desde 2005 por el Partido Regionalista de Cantabria. Es licenciado en Filosofía
por la Universidad de Deusto. Ha sido durante muchos años diputado en el
Parlamento de Cantabria por PRC.
He querido referir estos datos
del alcalde de Valderredible para haceros ver el potencial personal, académico,
profesional y político de quienes son los gestores de pueblos que conforman la
España vaciada que no muerta. Además, y lo escribo desde la máxima objetividad,
Don Fernando está haciendo una labor sobresaliente en los cincuenta y dos
pueblos que conforman el Real Valle de Valderredible.
Lo que me ha fascinado de los
escasos vecinos que viven en los pueblos de la Cantabria interior ha sido el
orgullo de ser de donde son, lamentan, por supuesto, la falta de habitantes,
pero defienden a su vez que los que vengan acojan sus raíces, cultura, historia
y tradiciones como algo propio. Ahora sé que vivir en un pueblo de la España
vaciada es en verdad un precioso estilo de vida.
Ha sido un mes intensamente
vivido, conociendo esa Cantabria íntima que nos ha llegado a enamorar, con
pueblos únicos, vecinos acogedores, disfrutando de paisajes que sobrecogen el
alma, con una gastronomía rica, variada, de gran sabor, mientras las vacas
Tudancas armonizan el verde pastizal de las montañas.
Hemos descubierto una región
única donde se dan la mano ciudades y lugares muy reconocidos con pueblos del
interior que son tesoros llenos de pureza, nos queda mucho por conocer pues Cantabria
es infinita. El año que viene será.
Jesús Rodríguez Arias
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