El miércoles, cuando la tarde declinaba hacia la noche, Algeciras quedó conmocionada ante el ataque de un presunto yihadista cuyas manos han quedado manchada de sangre tanto del sacerdote salesiano Don Antonio Rodríguez, que felizmente se restablece dentro de su comunidad así como de Don Diego Valencia, sacristán de la Iglesia de La Palma, que murió acuchillado por Yasinee Kanjaa, marroquí que estaba pendiente de expulsión de España.
He escrito este artículo con mucho dolor pero tenía la obligación moral de hacerlo. He esperado para terminarlo y publicarlo en la tarde del lunes 30 de enero para tener más información sobre el asesino y su encausamiento por el juez de la Audiencia Nacional que lleva el caso.
Jesús Rodríguez Arias
LUTO
EN ALGECIRAS
En la tarde-noche del pasado
miércoles un presunto yihadista entró armado con un alfanje en los templos
algecireños de María Auxiliadora y San Isidro, La Palma y la Capilla de Europa
portaba un arma blanca parecida al sable pero más corta, ancha y curvada, así como
con una chilaba negra que es signo de que su autor no quería inmolarse pues en
caso contrario hubiera sido blanca.
Yasinee Kanjaa, que estaba pendiente
de ser expulsado de España, entró en la Iglesia de María Auxiliadora y San
Isidro en actitud amenazante. El vicario parroquial, Don Antonio Rodríguez,
SDB, intentó echarle y una vez fuera se volvió hacia él y lo apuñaló. Peor
suerte corrió Don Diego Valencia, sacristán de la Iglesia de La Palma, ya que
cuando el presunto yihadista entró en dicho templo tirando cruces, candelabros,
e incluso subiendo al altar mayor, lo conminó a marcharse recibiendo una herida
en el abdomen y siendo rematado en la Plaza Alta. Se puede decir que ha
fallecido sirviendo a la Iglesia y defendiendo su Fe.
Diego Valencia era una persona
muy querida y respetada en la ciudad. Regentaba una floristería hasta que
decidió jubilarse para dedicarse a sus labores en la Iglesia. Persona muy ligada
con las HH.CC. de la localidad ya que se encargaba del exorno floral de varios pasos
en Semana Santa. Su familia es muy conocida en la zona al regentar varios
comercios textiles en el centro de Algeciras. Decir que la corporación
municipal, que está presidida por José Ignacio Landaluce, ha acordado dedicarle
una plaza en la ciudad.
Mi apoyo y cariño al Padre Don
Juan José Marina Janeiro, párroco de La Palma, vicarios parroquiales, comunidad
parroquial, feligreses y vecinos de Algeciras. También al Padre Don Antonio
Rodríguez, vicario parroquial de María Auxiliadora y San Isidro, así como a
toda la obra salesiana a la que este sacerdote pertenece. Mostrar mi alegría
por la recuperación del salesiano Don Antonio, María Auxiliadora vela por
usted.
La sinrazón no se puede explicar con palabras y esto es lo que se ha vivido en todos los niveles. Ha sido un ataque selectivo pues el fin primordial del asesino ha sido el de matar a los sacerdotes por lo que podemos pensar que Diego Valencia ha muerto porque el presunto criminal lo confundió con el párroco. El juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, ya el miércoles había vinculado al detenido con el salafismo yihadista. Hoy lunes el fiscal de la Audiencia Nacional Emilio Miró ha solicitado prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de asesinato terrorista, un delito intentado de asesinato terrorista y delito de lesiones terrorista para su autor, el ciudadano marroquí que esperaba ser expulsado de España, Yassine Kanjaa. La causa permanece en secreto de sumario.
El juez acuerda el ingreso en prisión incondicional del detenido en Algeciras por el asesinato del presunto yihadista del sacristán. El magistrado le atribuye los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas del artículo 573 del Código Penal que podrían conllevar la prisión permanente revisable
Ya sabemos que el fanatismo no
atiende a razones, pero el atentado yihadista en Algeciras es más
doloroso si cabe ya que la Iglesia algecireña tiene muy buena relación con la
comunidad musulmana de la ciudad atendiendo en Cáritas parroquiales a dicho
sector poblacional. El comedor social Padre Cruceyra ofrece comida, parroquias,
como la del Carmen, enseñan el idioma y un largo etcétera.
La comunidad islámica ha
condenado el atentado del miércoles y han apuntado que “estos actos criminales
empañan la convivencia que históricamente disfruta nuestra sociedad
algecireña”.
Dolor, incomprensión, consternación son los sentimientos que han aflorado con este deleznable asesinato que ha resquebrajado a las buenas personas sean o no creyentes. Los comunicados de pesar se han ido sucediendo desde todos los estratos de la sociedad.
Y si estremecedor fue el atentado de terrorismo yihadista del pasado miércoles también lo fue el minuto de silencio vivido en Plaza Alta en la mañana del jueves como la capilla ardiente en la Iglesia de la Palma. El funeral de Diego Valencia ha contado con la presencia de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía entre otras autoridades.
Desgraciadamente, cuando pase
el tiempo todo será un doloroso recuerdo, una noticia más que se pierde en la
nebulosa de los tiempos. No podrán apartarlo de su memoria quienes lo han
vivido en primera persona porque lo que ha sucedido en Algeciras es
extremadamente grave ya que trasciende a lo eminentemente religioso. Es un
ataque en toda regla a la estructura de la sociedad occidental en la que
vivimos.
Descansa en Paz Diego
Valencia. Mi pesar a su viuda, hijos, nietos, familia, amigos, diócesis de
Cádiz y Ceuta, así como a toda la ciudad de Algeciras y provincia de Cádiz.
El miércoles toda Algeciras se
tiñó de negro luto al igual que también nuestra bendita España.
Jesús Rodríguez Arias
* Todos los datos que se recogen en este artículo han salido a la luz pública en estos últimos días en diversos medios de comunicación de carácter provincial, regional y nacional.