Desde hace ya mucho tiempo mi vida no se guía ni por horarios, agendas, ni calendarios.
Os lo intento explicar en este intimista artículo de este lunes 8 de mayo en mi semanal tribuna de San Fernando Información - Andalucía Información.
Jesús Rodríguez Arias
SEGÚN
CALENDARIO
Sé cuándo nací, cuando me
casé, pero no en el minuto exacto que empecé a respirar o cuánto tiempo hace
que comenzara a escribir. El calendario nos ayuda y recuerda en el día que
estamos, que fecha fue aquella tan importante en nuestras vidas, que
compromisos tenemos en agenda, que hoy estamos a lunes ocho de mayo y mañana si
Dios lo quiere será martes.
Cuando trabajaba por cuenta
ajena, cuando ostentaba responsabilidades en instituciones, o me dedicaba a
ofrecer alguna que otra conferencia, cuando tenía una vida más “ordenada” y
programada la agenda y el calendario eran de suma importancia pues te marcaban
día, hora y lugar en el que tenía sí o sí que estar. Era a lo mejor más
comprometido, pero también, he de confesarlo, menos libre.
Desde el mismo momento que se
hizo efectiva mi excedencia en el Ayuntamiento de San Fernando y me instalara
de una vez por todas en mi particular Atalaya de Villaluenga del Rosario, desde
que los cargos para mí no existen salvo que mire el nombramiento del último que
ostenté colgado en la pared, desde que mi vida social quedara reducida a los eventos
que hago acto de presencia porque estos me interesan o porque las personas que
lo organizan las quiero y admiro, desde que mi presencia en el ámbito público
se concrete solo en los medios de comunicación en los que colaboro o alguna
pincelada específica en las redes sociales, debo reconocer que vivo muy
tranquilo porque disfruto a diario de una deseada soledad que me acerca a la
idea que tengo de lo que es la Libertad.
Ser Libre en la Verdad que
todos los días busco y que encuentro cuando Dios lo quiere. Libertad que se
convierte en necesidad, como si fuera una ventana abierta para que entre en la
estancia aire fresco y puro. Para ser libres hay que estar dispuesto a
sacrificar mucho, instituciones, amigos que nunca lo fueron, e incluso familiares
que no entienden pues son incapaces de ponerse tus propios zapatos. La Libertad
que os hablo, que no está sujeta a ningún calendario, se puede degustar solo o
acompañado. En mi caso la disfruto con Hetepheres, la mujer de mi vida que es
un ser único en todos los sentidos, así como un reducido grupo de
amigos-hermanos que siempre siento a mi vera.
Y ser libre me hace no ser
para nada esclavo de calendarios, agendas, relojes, y ni siquiera del móvil al
que tengo sin voz la mayor parte del día. Por eso mi vida es un verdadero
contrasentido para muchos que no entienden que la inspiración me llega de
madrugada, que me duermo a las tantas, que hasta el mediodía no pueden contar
conmigo para casi nada. Me gusta disfrutar del silencio, de los espacios de
necesaria soledad en los que incluso me cuestiono a mí mismo, de la compañía de
mi mujer que siempre es grata, agradable, pues ella en sí es la más apasionante
de las aventuras, de la noble compañía de Enriqueta y Fernanda, nuestras
perritas, así cuando procede compartir una buena conversación, con almuerzo,
aperitivo, o cena, con las personas que quiero y quieren de verdad.
Es bien sabido que en los
pueblos el tiempo pasa con distinta cadencia, en Villaluenga del Rosario, como
también en Loma Somera en Cantabria, es una realidad que reconozco que estoy
encantado que así sea. Me gusta deleitarme con cada segundo, con cada minuto
que paso escribiendo, charlando, leyendo, soñando, paseando, mirando el pasar
de las nubes que recorren el cielo a más o menos velocidad según rachee el
viento, me deleita parar la mirada en noche oscura o alumbrada por la siempre
inalcanzable luna que incluso parece que la podemos tocar con los dedos de las
manos.
No soy esclavo del tiempo y
menos del calendario como tampoco de mis silencios e incluso las palabras. Para
ser libres hay también ser consecuente con lo que piensas, dices y haces. Todo
en la vida debe definirte como la persona que en verdad eres. Será por eso por
lo que no me dedico a la política porque vivo, escribo, y me expreso desde la más
absoluta Libertad.
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario