"Es quién nos acompaña por las veredas del desprecio que nos condenan al ostracismo, que intentan anular nuestra voluntad, que quieren hacernos sentir leprosos sin serlo."
¿Sabes quién es Él?
Jesús Rodríguez Arias
ÉL
Hace todas las cosas y aunque
nosotros creamos lo contrario siempre es para nuestro bien. Él está siempre
junto a nosotros, incluso cuando lo abandonamos para recorrer otros caminos,
para transitar por senderos desconocidos.
Es el Amigo que nunca falla,
el que está solícito cada vez que lo buscamos, el que nos abraza cuando nuestra
alma se siente sola, perdida y abandonada. Él es misericordia, caridad y
Esperanza. Es amable y jovial que nos atrapa por entero, que perdona, redime,
auxilia, y cura a quienes lo buscamos sin descanso para sentirnos sanados.
Es quién nos acompaña por las
veredas del desprecio que nos condenan al ostracismo, que intentan anular
nuestra voluntad, que quieren hacernos sentir leprosos sin serlo.
Lo encontraremos en los ojos
de un niño, en la mirada llena de sabiduría de un anciano, en las lágrimas de
una madre, en el testimonio de los jóvenes que luchan por no sucumbir a las
ofertas de perdición con las que los quieren comprar los que manejan los hilos
del mundo. En los ojos de quién espera en la fila de un comedor social o un
albergue, en los que los atienden sin pedir nada a cambio, el que se halla
vencido en la cama de un hospital o en el sillón de su casa, en los médicos,
enfermeros y demás sanitarios que los cuidan, curan y están hasta el último
momento. En los agricultores, ganaderos, pastores y marinos que contemplan su
propio horizonte allá donde el sol se pierde en la montaña, donde la mar,
siempre inabarcable, parece que termina.
A los que, teniendo el don de
las Artes mediante la escritura, pintura, música, imagen, son conscientes que
sin Él la inspiración no aparecería.
Sí, se puede encontrar en la
mirada de policías, guardias civiles, militares, que están permanentemente sirviéndonos
para garantizar algo tan natural como es la ley, orden, el sentirnos seguros.
A Él lo puedes encontrar en la
madre embarazada que aun teniendo mil problemas decide tener a su hijo
ofreciéndole por siempre su vida entera. En la mirada perdida del enfermo de
cáncer luchando contra este mal en largas sesiones de quimioterapia, en los
ojos apagados de aquél transeúnte que duerme en cualquier plaza, soportal o en
las puertas de los bancos.
En los ojos de los parados que
no encuentran trabajo, de esos que no llegan ni a mitad de mes y luchan lo
indecible para salir adelante, en las de los trabajadores que hacen bien su labor,
en la de aquellos que se dedican al ámbito de la política para servir a los
demás y no a ellos mismos.
De los poderosos que manejan
grandes cantidades de dinero y que ostentan sus cargos y responsabilidades
desde el prisma de servir al prójimo y no para enriquecer la cartera mientras
pierden el alma.
En la mirada bondadosa del
Papa y obispos, de tantos sacerdotes que se dejan la piel por salvar almas, por
aquellos laicos comprometidos con su Fe que sacan tiempo de donde no lo hay
para servir a Dios y a la Iglesia en la manera y forma que esta quiere ser
servida.
Lo puedes encontrar en ti, en
mí, en tantos otros, si nuestra vida la ofrecemos cada día, con sus alegrías y
pesares, para que Él haga según su voluntad.
Él ha sido capaz de vivir y
morir por nosotros, por nuestra salvación, por señalarnos el camino que debe
recorrer nuestra propia Fe.
Esta semana está dedicada a Él
con actos varios en la ciudad de San Fernando terminando el domingo con la
celebración de su solemnidad mientras una vez más irá al encuentro de aquellos
que lo esperan en la calle o se han perdido por los vericuetos de la vida. Él
es de todos y para todos, será por eso por lo que siempre se hace el
encontradizo.
Él cuando lo escuchas y haces
lo que dice su palabra anida en tu alma una clase de paz y tranquilidad que
nada de este mundo te puede ofrecer ni garantizar.
A Él lo encontraremos en la
solemnidad de grandes ciudades y en la humildad llena sencillez de los pueblos.
Porque Él tiene nombre y se
llama Jesús.
Jesús Rodríguez Arias
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