Yo además de conocerlo, lo quiero y admiro.
Este Lunes de Pasión mi semanal tribuna en San Fernando Información tiene especial dedicatoria.
Va por ti.
Jesús Rodríguez Arias
EL
NIÑO DE LA CALLE COMEDIAS
Cercano ya a los setenta
abriles sabe que el guion de la vida no lo escribe uno, sino que eso es cosa de
Dios. Esta no ha sido fácil pues desde chiquitito tuvo que bregar con
estrecheces que hizo que tuviera que trabajar desde temprana edad. Su madre, su
abuelo, su padre y después sus hermanos lo eran todo.
Como buen niño de la calle
Comedias sabía lo que era vivir las entretelas de sus callejuelas donde todos
en sí eran una gran familia, todos se conocían, todos estaban para todo. De
siempre en La Isla de nuestra infancia existió una gran rivalidad con los niños
del Carmen. Barrios limítrofes donde en sus respectivas fronteras alguna vez
que otra había verdaderas batallas campales y más de un chino pelúo pasó
ronzándole la testuz
Ingresó pronto en la Armada,
allí desarrolló su vida entre un destino y otro, entre una ciudad y otra.
Siempre fue de la confianza de sus superiores y querido por los que fueron sus
subordinados. Eso se demuestra hoy en el cercano y respetuoso trato que le
dispensan en la Marina.
Se echó novia joven y se casó
con la mujer de su vida, junto a ella creó una familia y en la dorada
existencia que hoy en día vive disfruta con sus nietos, nueras e incluso con un
hijo del alma.
A él con mil batallas a las
espaldas, algunas ganadas, otras perdidas, pienso que le falló el corazón de
tanto usarlo y una dolencia coronaria hizo que tuviera que retirarse de uno de
sus quereres en esta vida: La Armada Española. Pero que no se enfundara el
noble uniforme no quería decir que se apartara de la vida porque en verdad fue
todo lo contrario ya que se entregó aún más.
Echa un cable en todo cuanto
le piden, es un indispensable colaborador de su parroquia, hombre de Fe,
creyente, que sabe que la vida se entiende mejor cuando es el Señor quién guía
sus pasos. Sabe, porque lo siente todos los días en su buen corazón, que no hay
nada como dejarse llevar de la Mano de María Santísima por siempre Esperanza
nuestra.
Su vocación de servicio hizo
que en su día ingresara en política como militante activo ya que este querido
amigo, buen hermano, es un liberal de los de la Constitución promulgada en
Cádiz en 1812 y cuyas cortes se constituyeron en nuestra gloriosa Isla de León
allá por el 24 de septiembre de 1810. Día este muy significativo para él por el
carácter estrictamente personal que conlleva.
No hay que olvidar que estamos
ya en la Semana de Pasión, en los días anteriores a vivir una nueva Semana
Santa.
Cofrade de los de antes, de
los de siempre, esos que han escrito con letras de oro lo que es la vida de las
HH.CC de esta bendita tierra. Como Caridad que cada Martes Santo recorre parte
de las calles de su niñez y sube Comedias que da nombre al barrió donde
naciera. Y Esperanza Franciscana del Silencio que procesiona cada Jueves Santo
por las calles de San Fernando cuando la noche se hace madrugada ofreciendo una
señorial estampa de la Madre sufriente y dolorosa que presencia a los pies de
la Cruz como su Hijo muere tras agónica Expiración.
Hombre querido, respetado y
admirado por igual por ser como es, por sus ideas claras, por ser diáfano y
decir las cosas a la cara y no a la espalda. Hombre de Honor en el que se puede
confiar.
Hace unos meses que ha
trasladado su residencia a la ilustre ciudad de Jerez de la Frontera, la cual
los ha recibido con los brazos abiertos. Ya en el discurrir de estos ha
encontrado algunos lugares donde se halla feliz como es la Hermandad de la
Redención Salesiana o la Fundación Cultura Taurina que preside el buen amigo
Rafael Valenzuela.
Un cañaílla errante que tiene
a San Fernando en su corazón y pensamiento en todo momento.
En este Lunes de Pasión quería
escribir de alguien que me tocara el corazón y eso he hecho.
Hoy estará entre La Isla y
Jerez, la vida continúa…
Jesús Rodríguez Arias
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