Este
sábado se constituirán las Corporaciones Municipales de toda España y con él
llegarán muchos pactos que unirán ideas, intereses, que nos serán vendidos una
vez más como la panacea a nuestros problemas cuando el único interés es el de
sobra conocido.
Una vez los alcaldes y
alcaldesas estén sentados en sus respectivos sillones, algunos serán los
ganadores de las elecciones y otros estarán allí por motivo de mil y una
componendas, será cuando los líderes que lideran los respectivos partidos a
nivel nacional realizarán su particular “jaque mate” a la hora de apoyar con
sus interesados apoyos, sus necesarias abstenciones o sus negativas la
investidura del presidente en funciones Pedro Sánchez que no olvidemos ha sido
el que ha ganado las elecciones generales del pasado 28 de abril.
Esto es como un torneo de
fútbol veraniego que la final solo se decide según los resultados previos de
las semifinales y estas no lo olvidemos se dirimen el próximo sábado.
Personalmente, los que bien me
conocéis, soy una persona que se mueve siempre dentro de la moderación no
exenta de la defensa a ultranza de lo que es y significa España. Por eso pienso
que tanto el Partido Popular de Pablo Casado, el que ha recogido como herencia
las migajas que le dejó Mariano y sus discípulos sorayos, y tanto Ciudadanos
del tándem Rivera-Arrimadas deberían por lo menos abstenerse y apoyar de esa
forma la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno y no darle ni siquiera la oportunidad para que los podemitas ropasueltas puedan
albergar alguna esperanza de influir en el próximo gobierno ya sea de
coalición, de colaboración, o como se quiera llamar la "criatura". Si Casado y Rivera no
apoyan con sus votos la investidura están entregando España a quienes quieren destruirla
sin más.
El ejemplo de cómo se ha
distribuido los escaños del Congreso de los Diputados según los partidos es una
muestra clara de lo que puede ser un gobierno de coalición, colaboración o
“cohabitación” con los radicales podemitas ropasueltas. El hecho de poner en el
llamado “gallinero” a Vox siendo la quinta fuerza más votada con 24 diputados
elegidos por los más de los 2, 6 millones de españoles y situar a los
nacionalistas vascos e independentistas en lugares de preferencia es
simplemente una majadería propia de los que no tienen ni idea de lo que es una
democracia.
Si la decisión de la mesa ya
choca y mucho no digamos de los populares como Ana Pastor y Adolfo Suárez que
no solo no votaron en contra sino que prefirieron la callada por respuesta, que
siempre otorga, y los sitúa en el mapa no como la “derechita cobarde”,
personalmente a mí esa aseveración no me gusta, sino como un partido político
representados por miedicas que no saben dar la talla cuando hay que darla, un
partido político que está perdiendo su esencia por día que pasa y que ni Casado
ni los sorayos dominantes tienen lo que hay que tener no solo para encauzar la
nave sino para evitar lo que es más que necesario: ¡La refundación del Partido
Popular!
Lo del reparto de los escaños
en el Congreso de los Diputados es una simple anécdota de lo que pasaría en un
gobierno que estuviera por medio Iglesias y sus huestes que en estos últimos han hecho y deshecho lo que le
han venido en gana y siempre según su morado interés y que el domingo 26 de mayo la
inmensa mayoría de los españolitos de a pie los envío no al “gallinero” sino al
mismísimo carajo.
Por eso digo, que tras las
grandes semifinales que se jugarán el próximo sábado, sería muy deseable en
vista del progreso y desarrollo de esta bendita Nación que tanto el PP de
Casado y de los “sorayos” dominantes así como el Ciudadanos del tándem de
Rivera y Arrimadas se abstuvieran en la investidura de Sánchez como presidente
del gobierno de los españoles porque esto no es darle un cheque en blanco sino
ofrecerle la oportunidad de gobernar desde la moderación, desde la equidad,
desde la normalidad constitucional y democrática que para eso ha sido elegido
porque si al final su gobierno se escora hacia la radicalidad de la izquierda,
ya sabemos que estos no traen nada bueno traen, no será por culpa del
centro-derecha español sino de Sánchez y quienes lo acompañen y entonces con
toda la autoridad moral del mundo plantarle cara en el parlamento y si hace
falta con propuestas que lleguen a la misma calles para que todos sepamos lo
que en verdad se cuece en ese lugar tan alejado de todo y todos llamado: La
Moncloa.
Sí, pienso que por el bien de
España debería por lo menos abstenerse pero la verdad es que a estas alturas
del partido no me creo nada porque en estos primeros remates solo veo, solo
escucho, a Casado y Rivera con su “no es no” e Iglesias exigiendo, pidiendo,
rogando, su ministerial sillón...
Jesús Rodríguez Arias
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