Creo que la Solemne Eucaristía en honor a María Santísima Madre de la Iglesia, Co-Titular de la jerezana Hermandad de la Redención Salesiana, y todo lo que en esta aconteció bien merece que le dedique mi semanal tribuna de todos los lunes en Información San Fernando - Andalucía Información.
Jesús Rodríguez Arias
REINA
Y MADRE DE LA IGLESIA
María Santísima, Madre de la
Iglesia, cotitular de la Hermandad de la Redención Salesiana de Jerez de la
Frontera cuya Junta de Gobierno con la dirección espiritual de D. Mario Pardos
Ruesca, SDB, pidió al entonces obispo de Asidonia-Jerez, Mons. Mazuelos, el
traslado de sus cultos para el tercer viernes del mes de junio ya que el Lunes
de Pentecostés coincide con la Procesión de la Virgen del Rocío y eso haría que
los cultos a nuestra Madre no tuvieran la preponderancia que requiere.
Talla de especial belleza y
veneración que salió de las manos, inspiración y gubia del reconocido imaginero
Juan Ventura que es también el autor de la extraordinaria imagen de Jesús de la
Redención.
El viernes 18 de junio
despertó nublado, frío y lluvioso, aunque eso no fue óbice para que la Junta de
Gobierno que preside mi buen hermano Agustín Llamas Galera y todo ese
prodigioso equipo de mayordomía preparara al detalle la solemne e histórica
Eucaristía en honor a María Santísima Madre de la Iglesia que aparecía ante
todos con majestuosa Belleza. Engalanada como Reina y Madre por esas manos que
construyen los mejores versos con alfileres, puntadas e inspiración de un
hombre sencillo alejado de todo protagonismo como es mi querido hermano D.
Jesús Tamayo Martínez siendo auxiliado por Doña María Morillo, Vestidor y Camarera
respectivamente de la Señora.
Durante la Santa Misa se
procedió a la entrega de la Faja de General por parte del Excmo. Sr. D. Juan
Antonio Fernández Calleja, General de Brigada de Caballería, a la Santísima
Virgen que la portará en ocasiones solemnes e importantes. D. Juan Antonio también
juramentó, bastante emocionado ya que es antiguo alumno salesiano, como nuevo
hermano de nuestra cofradía.
Esta donación ha sido posible
gracias a la intervención del Coronel de Caballería D. José Gutiérrez de La
Fuente y su mujer Dª. Matilde Cruz, ambos también hermanos de la Redención.
La Santa Misa fue presidida
por D. Mario Pardos Ruesca, SDB, que hiló una gran homilía, de las que hacen
pensar, donde redundó en la idea de lo que es y debe ser una Hermandad, de lo
que deben ser sus hermanos. Fraternidad y cariño son dos principios
inalienables que deben primar entre los mismos porque así se da también culto a
Dios y a la Santísima Virgen. Gracias D. Mario por sus palabras tan llenas de
verdad y sensatez.
Asistieron entre otros D.
Dionisio Díaz, presidente de la Unión de las Hermandades de Jerez, y que en
breve dejará esta responsabilidad ya que no se presenta a la reelección, Doña
Maribel Domeqc Ybarra, Camarera de Honor de la Coronación Litúrgica de nuestra
Co-Titular, estando acompañada por familiares, el imaginero D. Juan Ventura, y
otras representaciones que dieron más tronío al cultual acto si cabe.
Reconozco que me dio inmensa
alegría el reencontrarme con hermanos muy queridos por mí y mi mujer, que nos
“vemos” a diario gracias a las redes sociales. Me acordé de quienes no pudieron
estar por los imponderables de la vida. Los sentimos muy cerca.
Aquellos que no lo hicieron
porque no lo consideraron oportuno les puedo decir que se han perdido el vivir
en primera persona un día solemne, histórico y muy bonito en torno a María
Santísima Madre de la Iglesia y la Hermandad aunque eso me imagino ya lo saben…
Para finalizar se estrenó el
himno a la Santísima Virgen por parte del Coro Salesiano de Rota “Rábeta” cuya
letra es de D. Juan Carlos Navas Collantes-Rey y música de D. Juan Javier
Bernal García
Posteriormente y culminando
todo se celebró una Cena de Hermandad, con hache Mayúscula, en el Restaurante
“Lomopardo” donde ese cariño y fraternidad que preconizó D. Mario se hizo
visible a cada instante.
Me queda el regusto de haber
vivido un nuevo día que hace historia en nuestra querida Hermandad de la
Redención Salesiana y ese buen sabor de boca no nos lo puede quitar nadie.
Gracias Madre.
Jesús Rodríguez Arias