Dedico mi semanal tribuna en Andalucía Información - Información San Fernando a la persona, también, al periodista, D. Juan Manzorro fallecido tras sufrir una larga enfermedad la pasada semana por su innegable testimonio de vida que nos ha dejado a todos.
También y por medio de este artículo quiero ofrecer un sincero homenaje a todos los periodistas y comunicadores que sacrifican sus vidas por mantenernos informados.
Jesús Rodríguez Arias
JUAN
MANZORRO
No fuimos amigos, pero si lo
conocí de forma personal y siempre me pareció un hombre muy educado, servicial
y jovial. Han sido muchos los años que Juan Manzorro se ha prestado para
colaborar en cualquier evento ya sea de carácter cofrade, carnavalesco, social,
solidario o caritativo, aunque mi recuerdo se retrotraen unos años para atrás,
no sé si al final del otoño o al principio del invierno, era un día de sol
radiante y frío. Me lo encontré junto a su mujer Mónica en la Plaza Fernando
Portillo de Villaluenga del Rosario.
Me preguntó con esa afabilidad
que le era característica que por donde caía el camino de las minas, que le
habían hablado y querían recorrerlo dando un paseo. Le indiqué de la mejor
forma que pude y me confesó que le encantaba la Sierra de Cádiz y Villaluenga,
que cuando podía se escapaban por estos lares. Después me los encontré admirando
el pueblo desde la lejanía. Nos saludamos y cada uno siguió sobre sus pasos.
Juan era una de esas personas
que uno ha crecido con ella y eso tiene el haber sido un verdadero referente en
los medios de comunicación en general, así como en Canal Sur, tanto en radio
como en televisión, en particular. Esa sensación de conocerlo de siempre la
tengo también con Guillermo Riol, Fernando Pérez, Modesto Barragán, Paz García
Santana, Fernando Crespo, Gabriel Álvarez Leiva, Carlos Alarcón, Laura
Garófano, Santi Muñoz, Pepe Moreno Fraile, Keko Romero, José Carlos Fernández,
José Cabeza, Antonio Atienza, Ángel Revaliente o Stilita Mosteiro, entre otros
muchos. Son las voces, las imágenes, las palabras escritas, que nos han ido
acompañando en el itinerario de nuestra existencia sean más mayores o jóvenes
del que esto escribe.
Nacido en Vejer, donde lloran
su pérdida, en una familia muy querida, se trasladó a Cádiz que es el lugar donde
lo dio todo y que ahora lo recuerda como uno de sus hijos adoptivos más
queridos. Amó el Carnaval, del que contó sus entresijos año tras año, hermano
del Descendimiento, cofrade de pura sangre. Pregonero de la Semana Santa de
Cádiz, exaltador, presentador de todo lo que hiciera falta pues era bien sabido
que nuestro querido Juan Manzorro nunca daba una negativa por respuesta.
Conocí más de su persona por
cuanto me ha contado uno de sus más queridos amigos, compañeros de fatigas
radiofónicas y televisivas, como es el cofrade gaditano, pregonero de la Semana
Santa gaditana, y próximo exaltador de la Santa Cruz de la hermandad de la
Vera+Cruz de La Isla, mi querido amigo Jesús Devesa Molina con el que cenamos un
día hace ya algunos años en Villaluenga.
Cuando anunció que padecía
cáncer, enfermedad que a la postre le ha llevado a la tumba, os puedo decir que
mi mirada se fijó en él y lo he estado siguiendo con interés y preocupación.
Será que disfruto de esta segunda oportunidad que me regaló el Señor que cuando
alguien enferma, lo conozca o no personalmente, me siento muy unido a él o
ella. Me admiró su forma de enfrentarse a este terrible mal, plantándole cara
desde el principio con esa clase de Fe y Esperanza que solo se ven en los
momentos más difíciles y complicados. Me emocionó su artículo en el que nos
contaba que estaba “resfriadito” asumiendo la realidad sin perder nunca de
vista el lucero de su deseada curación para volver a disfrutar con Mónica, su
mujer, así como también de los medios, del Carnaval, las cofradías, de vivir…
Seguro que no te aburres con
todo lo que tienes que hacer por aquellos celestiales lares. Dicen que tu
incomparable voz ya se escucha retransmitir en directo la salida del Greñúo por
las Puertas del Cielo para venir al encuentro de todos nosotros.
Descansa en Paz mi admirado
Juan y gracias por tu testimonio de vida. Mi pesar a Mónica, la mujer de su
vida, su familia y legión de amigos que ha dejado aquí en este terrenal mundo.
Sirva este artículo como un
homenaje a su persona, así como a todos los periodistas y comunicadores estén
aquí en la tierra como en sus moradas del cielo porque ellos con sus voces, sus
imágenes, sus palabras, han rellenado, muchos siguen haciéndolo, el diario de
nuestras vidas.
Jesús Rodríguez Arias
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