Es el Adviento tiempo de Esperanza...
Es el Adviento tiempo propicio a la plegaria...
Jesús Rodríguez Arias
MADRE
Me dirijo a ti desde la
pequeñez que tiene todo hijo, me dirijo a ti en estos días donde se hace más
presente tu Inmaculada Concepción, aunque todavía muchos en su ceguera no la
quieran ver.
¡Cuánto te necesito y cuánta
falta haces en este mundo tan alejado de Dios y tan bombardeado por mil
tentaciones! No nos damos cuenta de que todo lo que poseemos, lo que ansiamos
tener, cuanto creemos atesorar, acaba y se queda aquí pues cuando nos vayamos a
recorrer los celestiales senderos que llevan a tu Hijo solo llevaremos como el
mejor y único salvoconducto cuantas obras de Amor hayamos sembrado aquí en la
tierra. Yo sé que mi Reino no es de este mundo y aunque en el mismo quiero
vivir no deseo hacer morada en él.
Madre bien sabes que estoy en
una etapa de la vida en el que necesito de la buscada soledad para
reencontrarme ya que, en ese silencio interior que aun pareciendo temible tan
necesario es, pido al Espíritu Santo que me muestre el camino y que conduzca
mis torpes pasos, que me ilumine para comprender que es lo que tengo que hacer
en cada momento asumiendo la realidad de la vida tal cual es con sus alegrías y
tristezas, con sus decepciones y esperanza. No todo en la vida es tal se nos
muestra y por eso hay que buscar con ahínco la mano de Dios en cada momento y
circunstancia.
Diciembre es el mes de la
Esperanza porque el que ha de Nacer vendrá a nuestros cansados corazones,
hastiados de tanto engaño como nos ofrece una sociedad perdida que no quiere
ser hallada, doloridos por tanto mal, tanto vicio e incertidumbres. Jesús, el
que llevas en el Sagrario de Tu Vientre, es nuestro Salvador, el Mesías y el
Señor que tanto necesitamos todos sin excepción. Los no creyentes necesitan de
Su Misericordia y también los que intentamos mantenernos firmes en la Fe.
Aunque yo soy más de rezar y
conversar con Jesús de siempre he sido muy mariano toda vez nací al ladito del
Carmen teniendo como vecina de pared con pared a la bendita imagen de la
Patrona de La Isla.
Madre, por cada año que pasa
siento que capítulos de mi vida van cerrándose y con ellos momentos, vivencias,
lugares, instituciones e incluso personas. Muy pocas, lo reconozco, están ya en
mi actual y existencial recorrido, aunque los que conmigo se hallan es por
méritos propios y no tanto por la distancia ni el tiempo que hace que no nos
veamos. El cariño y la verdadera amistad no entiende de lejos o cerca ya que
puedes mantener la confianza más absoluta con alguien que esté a kilómetros de
ti y no tenerla con algunos que ves todos los días.
Madre tú eres María la de los
mil nombres y advocaciones. Los que laten en el corazón de mi alma serán por
siempre Carmen y Auxiliadora, Amargura y Trinidad, Caridad y Buen Fin, Esperanza
Macarena y también isleña Franciscana que es cuando la noche se hace Silencio en
la madrugada. Pasión y Madre de la Iglesia que espera cada Jueves Santo que la
Redención de Jesús vuelva al Santuario que es su casa, es Dolores y Divina
Pastora de las Almas, es Rosario que llevo en mano rezando por mí, por ti, por
todos, tantas plegarias… Es Bien Aparecida que me conquistara para siempre cuando
este verano estuvimos en Cantabria, y también la hondureña Virgen de Suyapa.
Madre del Rosario, sostén de
los peores momentos de mi vida, sigue poniendo en mis hombros tus manos
corredentoras y líbranos de todo mal. Tú mejor que nadie sabes el por qué no
voy a verte todos los días.
Empezamos una semana de
puentes donde va terminando el de la Constitución y comienza el de la
Inmaculada. Se vivirán días de mucho trasiego, de ir y venir, de compras para
la ya más cercana Navidad que no olvidemos celebramos el Nacimiento de Jesús
que es Vida y Esperanza.
Madre, ayúdanos y gracias por
poner a Hetepheres en mi vida y junto a ella a todos los que me rodean a los
que quiero de verdad.
Jesús Rodríguez Arias
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